"Te escucho ¿sabes?" *Saiki k x tu*

Parte 10:

Narrador omnisciente:

En la escuela algunos alumnos mas bien dicho aquellos chicos que protagonizan junto con los psíquicos sentían una tensión muy anormal viniendo de la chica albina y el pelirosado, lo que no sabían eran la causa de aquella tensión, para que sepan de cual era la tan ansiosa apuesta, consistía en quien se sintiera incomodo ante una situación perdía, se acordó que se puede manipular la situación en ventaja, pero que no podía causar un desastre ni mucho menos bloquear los pensamientos, especialmente para la albina era esa regla, pero tenían solo ese día para a completar aquella apuesta.

Nuestra querida albina estaba tratando de buscar una situación que le pueda incomodar al chico de las gafas verdes, pero sabia que tenia que guardarse sus pensamientos porque no podía bloquearlo era una regla para ella, era complicado no pensar en un plan--Esto mas complicado de lo que imagine, no debí apostar (ya me estoy arrepintiendo, ¿Cómo lograre que Saiki se sienta incomodo?, en estos días ¿Qué cosas lo incomodan?) los...insectos–como ya saben nuestra protagonista tenia una capacidad de saber si la miraban independiente si una persona normal o un psíquico, sabia perfectamente la estaba observando–No, es muy obvio algo que fácilmente puede pensar que sería capaz.

Aquel de las gafas verdes miraba con detenimiento, tratando de averiguar lo que planeaba aquella albina, aunque también tenía que planear su parte, no solo sería defensa también debe atacar para conseguir su objetivo, lo que si tenía en desventaja es que no sabía absolutamente nada del cual, a nuestra protagonista le incomode, lamentablemente eran muy pocas las veces en las que la joven chica hablaba de sus intereses o cualquier cosa de ella además de sus poderes.

Tenía las ansias de averiguar más acerca de nuestra chica, pero incluso para este psíquico era como un puzzle que debía resolver sin ayuda de sus poderes, ese día estaría ante todo vigilándola para averiguar cualquier cosa aunque sea pequeña–(Tener que estar atento a cada cosa de lo que haga es molesto, porque tuve que hacer algo tan infantil cómo está apuesta)–si no estuviera rodeado por sus compañeros haría lo que fuera para destrozar cualquier cosa por la irritación que tenía.

Segado a la atención que le daba a la albina, cierta chica de pelos azules como el mar se acercó al de la gafas verdes con una sonrisa que sacaría a cualquiera un suspiro–Saiki estamos pensando en tener una noche de Karaoke con los demás ¿te animas?–en la pura vista parecía calmada, pero en su interior estaba desesperada–.(Por favor Saiki dame una oportunidad, no debo dejar que esa chica se gane tu corazón antes que yo)

Su mirada decía millones de cosas resaltando que no estaba de humor y menos si Teruashi venía a molestarlo para intentar hacer que suspire por ella, pero bien sabe que si tratas de molestar a la abeja reina, sus súbditos irán tras de ti, causarle al menos una sola lagrima era como el game over, blandiendo su mirada haciéndose ver como cansado miró a la chica perfecta indicándole que estaba agotado.

Teruashi no le gustó, pero tenía que acatar la respuesta de Kusuo ya que una chica perfecta no puede dejarse llevar por un berrinche si no logra lo que quiere–Oh está bien entonces será a la próxima supongo...–su tono se volvió más apagada haciendo que los chicos a su alrededor se percataran de esa anomalía de su amada diosa.

En eso aquellos que apoyaban a Teruashi rodeando al pobre Saiki, entendiendo que su situación iba de mal a peor, por el lado de la albina se quedaba viendo cómo un revuelto se provocaba solo por poner triste a la chica amada por dios.

–¿Porque rechazaste la propuesta de Teruashi Saiki?

–que grosero eres, ella muy amable y tú rechazándola como si estuviera en lo alto.

–.¡Mira cómo pusiste a Teruashi por tu egoísmo Saiki!

Muchos de esos ignorantes comentarios se hacían escuchar, Teruashi no había planeado esa situación y cómo iba se estaba saliendo de sus manos, no teniendo oportunidad de aclarar la situación.