Capítulo 31 ~Puede que no sea lo mejor~

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Me levanto. Todo se vuelve obscuro, tenebroso, triste. Escucho la puerta abrirse, una voz peculiar se escabulle por mis oídos.

-Alex, baja rápido.- me introduzco en el baño, me miro al espejo. Soy un asco.

Tengo que pensar las cosas, tengo que solucionar todo, yo fuí la culpable de mis desgracias, yo fuí que se provocó todo este charco de dolor, es demasiado dolor.

Bajo casi a rastras por las escaleras, me topo con unas risas provenientes del comedor.

Pasos.

Voy lento, mirando por entre las paredes, no sé de quienes se trata pero pronto lo averiguaré. La luz está encendida, dos cabelleras se asoman por la puerta de la cocina.

-¿Chandler?- musito. Me míra, sonríe.

-Siéntate, te traje algo de comer.- frunce el ceño, se coloca de pie tan rápido que me mareo. Me sostiene entre sus brazos, me mira con preocupación.- ¿Estabas llorando?- suspiro, niego y me separo de él.

Dos caras conocidas me observan con pena, con angustia. Janet y Sam tratan de sonreír pero ni siquiera me inmuto.

Veo los alimentos dentro de un plato hondo, lo aparto y miro a Chandler negar.

-Come ahora.- ordena.- Tú madre no estará durante bastante tiempo y no quiero que mueras de hambre.- sus ojos se abren, sus cejas se arquean.

-No lo haré.- me decido.- no tengo hambre.- me cruzo en brazos para después ver a Chandler tomar una cuchara y llenarla de sopa grisácea. La acerca a mi boca y la agita un poco.

-Come.- cierro la boca.- come ahora Alex.- ordena ahora exasperado. Rueda los ojos y acerca rápidamente su mano para pellizcar mi brazo.

-Auh.- la cuchara es introducida a mi boca.

-Vamos al grano.- musita Sam con pesar.- ¿Para qué nos llamaste Chandler?- cuestiona. No sé de qué rayos están hablando.
El castaño se recarga en la mesa, alborota su cabello y sonríe de lado.

-Quiero que me ayuden a quitar todos los rumores de los colegios.- comienza a decir, lo miro con suma atención.-Janet y Alex en nuestro colegio y Sam y yo en el suyo.- no suena tan mal.

-¿Cómo haremos eso?- sueno arrogante y poco positiva.- ¿te has dado cuenta que nuestros colegios se odian? No los dejarán entrar, aparte son hombres.-

-Lo sabemos, por eso nos harán caso.- asiento, Janet sonríe. Hace mucho que no la veía hacer eso.

-¿Cuándo empezamos?- bufo.

-Mañana mismo.- espero funcione.

[...]

Lo miro, tan hermoso e imponente. No puedo creer tener algo que jamás pude merecer.
El poco viento agita sus cabellos, sus lentes negros hacen que la piel de su cara se torne aún más clara, más deseable. Me toma de la mano mientras carga mi mochila y la suya, me ve cada dos por tres y sonríe.

-¿Estás nerviosa?- niego.

-Estoy agradecida.- corrijo y se detiene, me toma por los hombros y se coloca serio.

-¿Porqué?-

-Por que te fijaste en mí,  por que me amas siendo una gruñona intolerante.- me aprieta contra su pecho, recargo mis manos en sus hombros.

-Nunca lo vuelvas a decir.- dice.- Tú eres más de lo que cualquiera merece.- me separa, besa mis labios.

-La directora te dijo algo ¿O no?- giro sobre mis talones al escuchar aquella voz chillona y arrogante. Norma sonríe de de oreja a oreja.

-A tí te dijo que eras inteligente pero la directora es muy mentirosa.- ruedo los ojos al cielo, ella se va. Veo el atuendo que llevo puesto. Mi ropa de civil , unas botas Dc Martens, una chaqueta tipo militar y unos Jeans gastados.

-Te vez hermosa.- sonrío.

-Tal vez sí estoy nerviosa.- reímos al unísono.

-Nadie se dará cuenta.- dice.- yo estoy más nervioso, seré hombre en escuela de mujeres.-

-Todas te mirarán.- diviso el colegio de Chandler aproximarse. Una horda de chicos se acumula en la entrada. Localizo a Janet junto a estos.

-Te veo al rato.- se inclina un poco el castaño y me besa. Sonríe y se va, mira por la avenida y trota en rumbo a mi instituto.

-Lo que hacemos por seguir viendo tú cara de enamorada.- me giro, Janet ríe.

-Gracias.- Entramos con temor a las instalaciones. Algunos nos miran, otros simplemente pasan de largo. Saco de entre mi mochila un cartel y lo pego en un casillero.

-¿Qué hace?- escucho decir detrás. Seguimos y vamos colocando carteles en todos los lugares vistosos. Un hombre de poca cabellera nos observa con enojo.

-Jovencitas. - gritonea.- ¿Qué es lo que hacen?- lo encaro y sonrio de lado.

-Desmiento lo que uno de sus estudiantes hizo, viejo calvo.- abre los ojos y toma mi mano.

-La llevaré con el director.- me suelto en carcajadas.

-No soy de este maldito colegio.- me suelto y comienzo a correr detrás de Janet. Esquivamos a todos los estudiantes con destreza, la adrenalina corre por mis venas.

-¡CORRE MÁS RÁPIDO!- grito y eso hace la castaña. Salimos por la parte trasera seguida por algunos guardias y profesores.
Miramos alrededor, tenemos que esperar a Chandler y Sam pero aún no los veo.

-¡CHICAS!- corren en nuestra dirección perseguidos por los profesores del British School.
Nos juntamos esperando a que culmine el plan.

-¿Estás bien?- me cuestiona Riggs tomándome del brazo.

-Sí.-

-Señorita Pokett- canturrea la directora con sorpresa.-le había dicho algo.-

-No es usted mi madre.- todos los profesores se miran con duda. Esto es a lo que queríamos llegar.

-Señor Riggs ¿Usted es parte de este alboroto?- asiente.

-Tendremos que hablar en la dirección.- nuestra directora ofrece ir al British School.

(...)

Esperamos sentados en una banca, los maestros hablan y gritan dentro de la dirección. Chandler toma mi mano.

-No va salir como esperamos.- susurro. Queríamos llegar a un acuerdo entre los dos colegios, una expulsión para Asa y que aceptarán nuestra relación. Solo queremos ser felices.

-Pasen jóvenes .- caminamos en fila india. Estamos dentro de la oficina, Riggs me abraza.- como ya saben desde siempre ha habido un disturbio entre nuestros colegios.- comienza a decir un hombre.- nunca dejará de haberlo.- abro mis ojos.- el señor Riggs es ya un adulto, está a punto de cumplir 20 años.- me hago pequeña en mi lugar. - usted señorita Pokett es menor de edad, una niña apenas.- interrumpen.

-Llamamos a su madre.- dice la directora.- ella no estaba enterada de la edad del señor Riggs por lo que hemos llegado a un acuerdo...- se detiene.

-Chandler y tú no pueden estar juntos ya que es un delito, está dicho, tiene que terminar con su relación ahora mismo si Riggs no quiere enfrentar cargos legales.- me desvanezco en los brazos del castaño. No debí haber hecho esto. No debí enamorarme de Riggs. No quiero pertenecer a este maldito colegio.

Las manos de Chandler tiemblan, me mira con lágrimas en los ojos.

-No quiero hacerlo.- lloro sin piedad, me acerco y lo beso con dolor.

-Te amo.- susurro a sobre sus labios.

-Ahora o llamo a la policía.- suspiro. Chandler lo va a hacer, inhala profundo y toma mi mano acariciandola con cariño.

-No lo haré, no importa que vaya a prisión ¡NO LO VOY A HACER!- me acerco y lo tomo por la cara.

-Yo tampoco quiero hacerlo pero no quiero que te encarcelen.- cierra los ojos y asiente. Dos lágrimas corren por su rostro.

-Alex....- traga duro, gimotea.- terminamos.-

¿Cómo saber si te amo?  (Chandler Riggs & Tú) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora