¿Cómo saber si te amo? (Chandler Riggs & Tú) [Editando]

Capítulo 22 ~Janet y Sam~

Quiero ser yo quien esté muerta, quiero ser yo quien esté en el forense, todos menos mis amigos merecían tal penitencia.

El aire me falta, me siento mareada, todo me da vueltas, Chandler me toma de la mano mientras llora desconsolado, escuchó apenas murmullos de lo que mi madre y él dicen, un zumbido se apodera de mis oídos provocandome un dolor agudo en la cabeza.

Trato de respirar pero no puedo, me pongo de pie y tocó mi pecho.

-Calamate Alex.- balbucea Riggs tomándome por el brazo.

-....N-no...- tomó una bocanada de aire, comienzo a derrochar lágrimas por todos lados ante la desesperación, quiero gritar pero nada sale de mi pecho, tomo mi cabeza y la aprieto con fuerza, Chandler y mi madre me colocan en el sillón y me observan sin saber que hacer.

-Ya se...- espeta Riggs, con cuidado se sienta sobre mis piernas abriendo las suyas para no lastimarme, toma mis hombros y me mira a los ojos.

-A..aire.... no...no pue...- apenas musito, mis lágrimas resbalan dramáticamente por mi cara, mis manos tiemblan al igual que todo mi cuerpo y mi mandíbula se aprieta ante la desesperación de no poder respirar.

-Mírame a los ojos Alex. ..- ordena el chico, lo obedezco y eso hago, sus ojos están hinchados y rojos al igual, supongo yo, los míos. -Inhala ondo preciosa....- lo intento pero no puedo.-Tu puedes, inténtalo conmigo.- hace el ejercicio, sus manos masajean mi cuello y mi espalda quitándome la tensión de los músculos. -Exhala...- suelta el aire y lo imitó, después de hacerlo unas 5 veces logró tranquilizarme un poco, sus fuertes manos toman mi cara y junta su frente con la mía, cierro los ojos tratando de no seguir llorando.

-Gracias. ..- apenas musito me rompo en llanto de nuevo, el hace lo mismo pero de una manera más tranquila, mi madre esta en la cocina con una taza de café entre sus manos, sus quejidos se escuchan en toda la casa.

Abro mis ojos y miró a Chandler mordiendo sus labios con temor, se pone de pie y me ayuda a levantarme, quedamos en silencio unos minutos y nos observamos.

-Tenemos que ir ....- hace una breve pausa.-; a él forense....- termina y toma mi mano, junto con mi madre subimos al auto de Chandler, nos dirigimos al centro de la ciudad y llegamos a un edificio a un lado de la estación de policías.

Entramos a paso lento, Chandler me sujeta fuertemente la mano, su piel esta fría pero transpira de una manera incontrolable, nos detenemos en la recepción y divisó detrás de los escritorios a Janet quien tiene el brazo enyesado, ella mira a un punto fijo en la pared, sin importarme, cruzó los escritorios y corro hacia ella.

-Señorita no puede pasar...- gritan a mis espaldas, me dirijo a ella la abrazo con fuerza, mi cuerpo tiembla y se vuelve débil.

-Janet...- digo con dolor, se separa de mi y se destroza.

-Ellos.... Sam... y yo..... solo los dos....- se desmorona poco a poco, pronto suelta un grito desgarrador, la tomo entre mis brazos y la sostengo.- todos murieron, todos, Sam y yo estábamos entrando al auto.... habíamos parado para comprar algo de tomar... Los demás estaban en el auto, se incendio, explotó....- sentí como su cuerpo se agitaba extrañamente, me separe y callo al piso en un ataque, me agaché y la sostuve como pude, unos brazos me rodearon con fuerza y me separaron de ella.

-Déjame....- solté patadas y golpes al aire para después ser parada por Chandler.

-Calma, soy yo Alex...- desvíe la mirada a Janet que era llevada por unos enfermeros, Chandler me llevo del brazo al auto y nos quedamos ahí esperando a mi madre.

[...]

Llevamos casi tres horas en el auto, Chandler salió a hablar con los padres de Sam quienes están devastados igual que nosotros, los ojos y la cabeza me duelen, no e parado de llorar ni un minuto, mi madre entró a reconocer el cuerpo de Gwen, y efectivamente, era ella, Asa llegó hace masomenos una hora en busca de mi, ahora está a mi lado, abrazandome mientras acaricia mi cabello, no decimos nada, no estamos listos para hablar aún.

-Están pidiendo que entres Alex...- Chandler se asoma por la ventanilla del auto y sonrie.-No han llegado los padres de tus amigas, no los localizan, quieren ver si tu...- para y suspira.-puedes reconocerlas.- niego y escondo mi cara entre mis manos.

-No puedo.... no puedo hacer eso Chandler....-

(...)

-¿Quieres una taza de café cariño? - cuestiona mi abuela con una sonrisa compasiva.

-No abue, gracias. - intento sonreír pero me sale terrible, agachó mi cabeza y me cubro con un pedazo de mi sueter.

-Cariño, a todos nos duele...- la mujer me abraza.- era la mejor nieta que uno podía desear.- mis ojos se abren ante el comentario, Gwen siempre fue la preferida de la familia, siempre era a la que trataban mejor, a la que querían más.

-Lo sé....- Chandler me mira con enojo, el escucha todo lo que mi abuela me dice, se pone de pie y sin ser grosero me aparta de la mujer.

-Disculpe señora, esta chica es igual de buena y lista como Gwen lo era, le pido...- me esconde detrás de él. -; no compare, tenga respeto al cuerpo de su nieta favorita. - sin más nos aportamos del lugar, llegamos al jardín del velatorio y nos sentamos en una banca.

-Lo lamento si fui grosero con tu abuela.- el castaño toma mi mano y me observa con detenimiento, me limitó a negar y sonreír un poco.

-Siempre fue mala conmigo, nunca me quizo- espeto mirando al cielo, los brazos de Chandler me rodean por los hombros y recargo mi cabeza en su pecho.

-Siempre hay alguien así...- quedamos en silencio.

A mi cabeza llega Johana, quien lo ultimo que me dijo fue que le dijera a Chandler lo que sentía, no quiero hacerlo, tengo miedo de que el me rechace o simplemente se burle.

Levantó la mirada y tomó una de sus manos, el dirige la vista al roce de nuestros dedos y aprieta la mandíbula.

-Johana....- comienzo a decir, su cara denota confusión.- me hizo prometerle que te diría lo que siento...- trago saliva y cierro los ojos.-.......te amo Chandler.....- escupo en una bocanada de aire, el toma mi cara con sus manos y junta nuestras frentes, su nariz roza la punta de la mia, pronto sus labios se funden en los míos, cierro los ojos con fuerza y comienza a besarme lentamente, abro un poco mis ojos y noto como su cara esta apretada, el entrecejo lo tiene fruncido y sus ojos se arrugan un poco.

Las lágrimas recorren mis mejillas, sus lágrimas se mezclan con las mías y sé que estamos derrotados, destruidos en estos momentos.

Sus dedos tiemblan y pronto empiezan mis sollozos sin que yo lo pueda evitar. No quiero sentirme así, no quiero estar muerta por dentro porque se siente horrible, porque me siento inútil.

-Te amo Alex...- pausa y vuelve agitado a juntar nuestros labios.-¿Quieres ser mi novia?-