Por mucho que quisiera hacer un amigo, ahora no era el momento.
Mientras patinaba de regreso a casa de Taylor, una pregunta se quedó atascada en mi mente:
¿Quién es él?
-SAPNAP POV-
Entré silenciosamente a la casa, sin ver a Taylor. Supuse que estaba dormida, ya eran casi las 11.
Dejé mi patineta junto a la puerta, agarré mi teléfono y subí las escaleras. Sin molestarme en ponerme el pijama, me acosté inmediatamente y pronto me quedé dormido.
-KARL POV-
Hoy era el día. Skyler acababa de irse para ir a la casa de su abuela y no volvería hasta esta noche. Yo, por otro lado, no tenía absolutamente nada que hacer. Quackity tenía su turno hoy, así que me aburriría muchísimo si no encontraba algo que hacer.
Mientras tanto, decidí ir al malecón a desayunar. Muchas tiendas y restaurantes solo estaban abiertos durante el verano debido a todos los turistas que venían, así que eso significaba que podía comer algo más que helado. Decido ir al restaurante de brunch local.
Agarro las llaves del mostrador, agarro mi patineta, me pongo unas chanclas y salgo por la puerta, protegiéndome casi de inmediato los ojos del brillo del sol de las entradas del malecón.
Cuando empiezo a caminar hacia el restaurante, me doy cuenta de lo lleno que está. Supongo que tendré que conseguirlo para llevar. Me acerco al mostrador y pido panqueques con almíbar extra, y pido un plato. Cinco minutos después, mi comida está lista. Pago, agarro mi comida y mi plato, y salgo del restaurante. Estoy tan ocupado buscando a tientas con mi comida que no me doy cuenta de que hay alguien frente a mí hasta que me tropiezo con él, lo que hace que se me caiga la comida y que el extraño deje caer su patineta.
"Lo siento, no estaba mirando hacia dónde iba, es mi cul- "
" ¡NO! ¡No es tu culpa! Fui yo quien se topó contigo... "
Empecé a mirar las características faciales del extraño. Tenía el pelo negro azabache que parecía caer perfectamente sobre un pañuelo blanco envuelto alrededor de su cabeza. En cuanto a la ropa, vestía pantalones cortos blancos y una camiseta negra con una llama. Extraña combinación, pero le quedaba bien. Dejo de distraerme en el momento adecuado para escuchar la última frase de su discurso de disculpa.
"Por cierto, lo siento mucho de nuevo. ¡OH! ¡Me llamo Sapnap! Estoy quedándome aquí con mi tía."
"¡Soy Karl!"
"¿Patinas?" él pide.
Miro mi patineta, medio olvidándome de que la sostenía.
"¡Sí! ¡Aprendí cuando era pequeño y es mejor que conducir o caminar!".
Nos sentamos en un banco cercano y hablamos y hablamos. No es como hablar con nadie con quien he hablado antes. No se quedan sin cosas que decir y su personalidad burbujeante hace que toda la conversación sea mucho mejor.
Bueno, eso fue hasta que su teléfono comenzó a sonar. Mientras colgaba, parecía un poco... ¿triste? Si esa es la palabra correcta. Me dijo que tenía que irse, y antes de que me diera cuenta, se había ido.
Creo que es seguro decir que hice un amigo!
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