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Narración general:

-Bueno, eso es todo por hoy, que tengan un buen día.- terminó por decir ONU despidiéndose de todos los países presentes.

Varios de los países ni siquiera esperaron que la organización termine su despedida y directamente se levantaron de sus asientos para dirigirse a la puerta de la oficina, mientras charlaban con sus amigos y revisaban algunos de sus papeles.

Por un lado se encontraba el argentino caminando y charlando junto a México. Eran los primeros días de reunión e iba a durar toda una semana, entonces Argentina decidió hospedarse en casa de su pareja, ya que las reuniones se estaban dando en su territorio.

-Que mala onda que sos México ¿Por qué a mi no me invitaste a dormir a tu casa y a Argentina si? - Le preguntó el uruguayo, algo ofendido, al mexicano sumándose a su conversación de camino a la salida del edificio.

-Porque tu no eres mi novio, wey.- Le respondió el mexicano rápidamente, haciendo que el país junto a él soltara una risa.

-Soy tu cuñado ¿Eso no cuenta?- volvió a preguntar fingiendo estar algo dolido por su rechazo. La verdad es que no quería gastar su dinero en una habitación de hotel como todos los demás países, por lo que estaba buscando que alguien le de también hospedaje gratis.

-¿Quieres venir con nosotros?- preguntó Australia, quien ahora estaba parado detrás de ellos con Nueva Zelanda, quien de casualidad escuchó la conversación de los latinos y como el uruguayo le dio lástima se le ocurrió decirle a su pareja que lo invitase a quedarse con ellos.

-Claro.- Le respondió con una sonrisa volteando a ver a los oceánicos. - ¿Ves México? Esos son amigos, no como vos. - dijo regresando su mirada al mexicano con una sonrisa burlona.

El mexicano solo río un poco para luego continuar caminando junto con el argentino mientras veían como Uruguay se unía al australiano y al zelandes, quien aparte estaba festejando un poco internamente ya que si el uruguayo se quedaba con ellos iban a poder jugar videojuegos toda la noche, o por lo menos hasta que su hermano los mande a dormir como ya había pasado varias veces antes.

-¿Y conmigo qué excusa tienes? A mi tampoco me invitaste wn.- se quejó esta vez el chileno, que comenzó a caminar junto a los demás.

-Ay no mames.-se quejó en voz baja México, quien solo quería pasar tiempo a solas con el argentino.-Tu tienes a Canadá, vete con él, que no sea tacaño y que te pague el hotel.-Le dijo para echarlo sutilmente y liberarse de él.

-Para que sepas él no está hecho de dinero y ¿Por qué debería pagar una habitación si la casa de unos de mis mejores amigos, casi hermano, queda cerca?

-¿Ves allá?- preguntó mientras señalaba un edificio.-Es un hotel baratito y queda bien cerquita, ve allí.- Dijo con una sonrisa, para luego seguir caminando para no escuchar más al chileno.

-¡Ese no es el punto y lo sabes!- Le respondió algo enojado el país con el parche.

-Calmate bebé, ya déjalo.- Le dijo Canadá acercándose a él, mientras reía un poco por la escena que había visto.-sabes que siempre puedes quedarte conmigo amor.-Terminó por decirle mientras sonreía y lo abrazaba por detrás.

-Es que no quería que pagues tanto de nuevo.- le respondió en un tono bajo mientras ponía sus manos en los brazos de su pareja.

-¿Quién dijo que gastaría más dinero? Si en la habitación que tengo entramos perfectamente, ya que pague una para ambos porque pensaba invitarte.- Le dijo mientras seguía sonriendo y le daba un beso en la mejilla.

Chile solo sonrió por el gesto y por el detalle del canadiense para que duerma en su habitación.

-Hubiese desperdiciado dinero si ahora me dices que no quieres quedarte conmigo y que prefieres seguir rogándole a México. -Bromeó el canadiense riendo un poco.

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