0

81 5 2
                                    

¿Por qué nos ponemos tristes al recordar lo que alguna vez significó felicidad para nosotros?¿Por qué mi vida se siente tan vacía sin ti? Pensé que todo lo que quería era volver a mi "hogar". Pero siendo sinceros, no le puedo llamar hogar a este lugar tan vacío, no después de lo que viví contigo... no después de finalmente conocí la calidez.

La impotencia de no poder enviar un mensaje, la impotencia de no poder llamarte y escuchar tu voz intentando parecer frío y distante... o peor aún, saber que no podré ver ese pálido rostro con una mirada cansada y el inolvidable color azul grisáceo de tus ojos, esa mirada que tantas veces me hizo sonrojar y que decir de su característico peinado esos cabellos negros que hacían resaltar aún más su tono de piel y sus labios con un sutil tono rosado. La postura rígida con ese uniforme verde militar, tan imponente.

Pero ese chico era más que belleza física, resumir todas sus cualidades a algo así sería un insulto. Él era profundo, él era perfeccionista y decidido, alguien que llevaba tanto en su espalda... más de lo que debería llevar un ser humano que quiere mantenerse cuerdo. Si tuviera que definirlo en una palabra sería fuerza o valentía, jamás resignación porque alguien resignado no seguiría luchando en contra de sus tormentos y él, sin ver las señales lograba ir en contra de todo.

-Siempre aparentando ser tan fuerte -Sonrío recordando su célebre frase "está bien" y sus variantes "estoy bien" "no te preocupes" "Todo estará bien". Doy un trago a mi copa de vino y este se siente amargo, mientras sostengo la copa me acerco al balcón y a decir verdad, el clima de esta noche es muy agradable, ni tan frío ni tan caliente "El clima es agradable allá?" nace esa pregunta que no será respondida, y si tengo respuesta no será la de él.

Son dos mundos completamente diferentes, pero mi consuelo es que estamos bajo el mismo cielo.

Dos mundos | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐚𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora