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El ambiente en aquella pequeña sala de estar era incómodo, las constantes miradas indescifrables de la pelinegra me confundían ¿estaba enojada? ¿estaba juzgando?. Solo se podían escuchar los cubiertos de Hange que se encontraba almorzando al fondo y las respiraciones o tragos de saliva por parte del rubio, la azabache se digna a hablar.

- Así que ¿estás como agente encubierta en una misión con Levi? -asiento- ¿después de eso te irás? Como bien sabes el capitán tiene un compromiso, quiero evitarle problemas con su prometida

- Estoy al tanto de eso, no se preocupe que apenas termine la misión yo me iré -miro a Armin quien solo dirige su mirada a la chica mientras este asiente con una sonrisa nerviosa- no será tanto tiempo

- Armin, ¿estás bien? -cuestiona preocupada, ignorando mis palabras. El rubio tomaba de su taza mientras su mano temblaba un poco, este último solo azotó la taza accidentalmente para luego asentir... en serio estaba nervioso- bien, entonces no tiene sentido que espere. Iré al cuartel ¿no está tan lejos, verdad?

La chica se levanta mientras cuelga el bolso sobre su hombro, alguna vez tuve uno de esos pensé. Al igual que ella nos pusimos de pie para despedirnos, pero ella sigue sin mirarme. La castaña de lentes responde- Puedo llevarte si gustas, no está tan lejos pero si es algo difícil que te dejen entrar -la pelinegra asiente y se digna a salir, pero como si hubiese olvidado algo; se detiene regresando a centímetros de mi

- Creo que está de más que lo diga -me mira de arriba a abajo... otra vez- te pido que no causes problemas

Hange la esperaba en el marco de la puerta y la amenazante pelinegra por fin sale, dejando al rubio y a la castaña con los nervios de punta

- ¿Ahora soy un agente secreto? ¿en serio Armin? -protesto- ¿sabes lo que pasará si el hombre de lentes y la chica amenazante se enteran?

- ¿Tenías una mejor idea? Tú te congelaste cuando te empezó a hacer preguntas -reclama con una mano en su cadera

- ¡Disculpa! Al menos respondí y no azoté mi taza -señalo la taza sobre la pequeña mesa- pero está bien, creo que pasamos desapercibidos

(...)

- ¡Capitán! La señorita Ackerman lo busca -anuncia el castaño, solo puedo asentir en señal de que pase, y al instante una cabellera pelinegra cruza por la puerta

- Gracias Jean, puedes retirarte -indico y el chico solo sale cerrando la puerta detrás de él

- Tengo trabajo ¿sabes? -me acerco saludándola y ella solo sonríe negando- ¿en qué puedo ayudarte?

- Después de todo no era mentira que tenías a una mujer en tu casa -suelta de repente y en ese instante mi sangre heló. Planeaba negarlo pero ya era muy tarde- ¿una chica que luce como modelo estando en una misión? ¡ja! ¿crees que me tragaría ese cuento? Cuéntame todo ahora, enano

- Mikasa... ella es del sur -digo en voz baja- la ayudaré a regresar y...

- ... y perderás tu puesto y el privilegio de la familia, corriendo el riesgo de que seas fusilado -completa con la amarga verdad, si nos descubren. Ya sentía los pasos de Zeke detrás de mi con esa clásica sonrisa que me asqueaba- ¿desde cuándo tomas decisiones tan precipitadas?

- Toda mi carrera se basa en eso, Mikasa -rodé los ojos

- ¿Sabes lo que pasará si Petra se entera, cierto? -cuestiona- quizá a ti no te importe, pero es mi amiga. Vamos a mantener esto en las sombras, así no saldrá lastimada

- Es tu amiga, no la mía. Bien sabes mi postura ante este circo del matrimonio arreglado -suelto con coraje, todo esto era una carga que no quería en mi vida- Además, no es como que sienta algo por esa mujer, no siento nada por nadie ¿contenta?

Dos mundos | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐚𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora