Dos mundos | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐚𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

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Aquella repentina confesión había dejado petrificado al azabache, sus labios se abrían con la intención de hablar, las dudas se hacían un nudo en su cabeza, su cuerpo ansiaba responder. Pero era inútil, en su cabeza no había una idea clara de que quería decir... era increíble que el destino le hiciera esa mala jugada, perder a su amigo y tener que lidiar con su asesino a día de hoy, su madre se encontraba desaparecida ya que había intentado huir para salvarle y ahora la misteriosa chica apareció en su vida.

Poco a poco sintió como sus ojos ardían, los recuerdos de aquella tormentosa noche lo molestaban... la última noche en la que perdió a su madre por el intento de huir... huir a una vida mejor. La última vez que vió a Erwin y junto a él bebió sin parar, todo ese festejo por parte del rubio porque su mejor amigo cumpliría su sueño de dedicar su vida al arte

(...)
Levi's pov

Mi madre prepara un pequeño equipaje en una bolsa negra, aunque esta pareciera ser más aire que equipaje en sí... "Nos servirá para más tarde" decía con voz amable, aquellos ojos azules me miraban con amor mientras ataba una de las bolsas a mi muñeca

- ¿Sabes qué hacer si mamá no puede ir contigo, no? -cuestionó acariciando mi mejilla, yo asiento aún sin comprender la importancia- ¿Qué harás, cariño?

- No es necesario que lo recuerde, mamá -ella frunce el seño- eso no pasará porque mamá no me dejará solo ¿Verdad?

Más errado no podía estar, pero ella más allá de demostrarme cuan equivocado estaba, reaccionó dándome un cálido abrazo... Aquel abrazo tenía un sabor a despedida, cosa que en aquel entonces no pude notar

Esperamos a que la noche nos abrazara, un jueves trágico se aproximaba. Nos encontrábamos en Sinuiju; ciudad fronteriza, vecina de Dandong, China

Mamá quería huir
Mamá quería salvarme
Quería

Entre la descuidada vegetación nos abríamos paso de una manera sigilosa, los faros amenazantes eran un obstáculo y es que desde las torres se vigilaba la zona, de existir desertores se abriría fuego en su contra ya que uno de los principales mandamientos entre los agentes de frontera era que "aquel que abandona su nación es traidor, la traición no merece misericordia"

Aquel agente en la torre logró ser leal a las palabras de su líder, dando un giro de ciento ochenta grados a mi vida. El agua helada del río Yalu recorría mi entonces joven cuerpo, lograba debilitarme aún más pues en ese entonces la hambruna nos mataba lentamente... Solo mataba a las personas carentes de recursos, mientras que los altos mandos seguían engordando sus bolsillos

-¡Abajo! -ordenó mi madre, pues los faros seguían girando. Sin más, tomé aire y me sumergí en la helada corriente, seguí nadando pues daba por hecho que ella vendría detrás de mí

Después de unos segundos podemos salir para tomar aire, ella vuelve a hablar- Levi, tú sigue... Iré detrás de tí, no te detengas -prometió con voz temblorosa, si no nos mataban las fuerzas fronterizas nos terminaría matando la temperatura del agua

Podía sentir cerca la frontera, comenzaba a avistarse entre la oscura noche, los cantos de victoria aparecían en mi mente. Había logrado escapar, habíamos logrado escapar... ¿Habíamos?

Al llegar a la orilla todo lo que pude hacer es soltar aire, y girarme a ver a mi madre con una sonrisa victoriosa

Pero nadie estaba a mis espaldas, más que la movilización al otro lado... Acompañado de disparos

Habían atrapado a mamá

(...)

Trataba de no mirar a la castaña, aquella cristalizada mirada se dirigía al suelo tratando de encontrar las palabras... otra vez, nada ¿qué podría decirle? Ahora que lo pensaba y la miraba con detenimiento, la chica que estaba frente a él tenía cierta similitud ¡pero afirmar que era ella es una locura!, No quería que ella corriera la misma suerte que su madre