The key

Mal presagio

*Respira*

Patada

*Respira*

Puñetazo

*Respira*

-Aria.

No escucho la voz que me llama, solo miro al saco que tengo delante de mi.

Patada lateral.

-¡ARIA !

Le doy una ultima patada lateral con el otro pie al saco de boxeo y este por la fuerza del impacto se descuelga del techo del gimnasio y sale volando.

*Respira**respira*

Ahora si escucho la voz que habla detras de mi. El entrenador Sullivan me esta mirando como si creyese que me fuese a dar un ataque:
-Aria  creo que quizas deberias tomarte el resto del dia libre de clases. Toma te voy a dar un pase ademas por si quieres ir a ver a la orientadora.

Acepto su pase, cuando lo agarro con la mano veo que esta temblorosa y llena de costras y moratones en los nudillos.
El me pone las manos en los hombros y me dice:
-Deberias descansar, has pasado por mucho.

Yo asiento y me dirijo al vestuario para cambiarme, todas las miradas del resto de los estudiantes estan fijas en mi, entre ellas capto la de Sam Roth.

Su cuerpo tenia marcas de garras.

Fue uno de los suyos.

Le devuelvo la mirada con la mirada mas asesina que puedo llegar a formar.

Pagaran por ello.

Una vez que estoy cambiada salgo al pasillo, suena la campana que indica el cambio de clase pero ya que me han dado el dia libre pienso aprovecharlo.
Salgo fuera al patio y veo a unos alumnos de tercero corriendo unos detras de otros.

-Aria cuando sea mayor quiero ser como tu.
-¿Como yo?
-Quiero ser un buen vampiro, quiero saltar tan alto en los arboles y ser tan fuerte como tu.
-Lo conseguiras pequeño murcialgo.
-Te he dicho que no me llames asi.
-Esta bien, pues pequeña vampiro.
-Ese si, me gusta.

De repente siento que me falta el aire ante el recuerdo.
Me apoyo en una de las columnas pero me tiemblan las piernas. Me acerco lentamente al banco mas cercano y me siento, me tiembla todo el cuerpo y de repente tengo frio.

-¿Estas bien?

Giro mi cabeza y veo a la ultima persona a la que querria ver, Sam Roth.

-Si, vete.

-Estas llorando. -dice y se sienta a mi lado.
Toco mis mejillas y es verdad, no me habia dado cuenta de que estaba llorando. Mis manos siguen temblando tambien, todo mi cuerpo.

El me mira y luego coje mis manos por las muñecas.

-Tienes el interior de las muñecas lleno de cicatrices. -dice mientras examina mis manos con preocupación.

-No es nada, es que el otro dia me araño un perro. -miento.

-¡Un perro no hace cortes rectos ni con precision!-protesta.

Quito mis muñecas de sus manos, me levanto de banco y le grito:

-¡¡Tu no sabes nada de mi, no sabes nada de mi vida, NADA y no finjas que te importa si me hago daño o si estoy bien!!

Empiezo a caminar para alejarme de alli pero me tiemblan las piernas y la cabeza me da vueltas, las lagrimas me nublan la vista y no veo bien por donde camino.

-¡Aria !

Las piernas se me doblan y caigo al suelo.
Intento levantarme pero mis brazos no tienen la fuerza suficiente. Unos brazos me levantan del suelo y llevan a alguna parte pero no consigo distinguir hacia donde vamos porque en ese momento una oscuridad me nubla la vista y me desmayo.

Estamos en un bosque , una persigue a la otra jugando al pilla pilla, las dos felices y sonriendo en un frio dia de invierno.
Jenna tropieza con una rama y al caer se abre una herida.

-¿Jenna estas bien?
La mayor para de correr y se arrodilla a su lado.
-Sangra mucho Aria .

La cojo en brazos y la llevo de camino hacia casa.

-Jenna, tengo que taponarte esa herida, es importante que tengas cuidado con estas cosas.

-¿Por que?

-Cada gota de sangre es valiosa para un vampiro, son las que determinan si somos fuertes o débiles.

Nos estamos acercando a la casa cuando olemos a humo, segun vamos saliendo del bosque y acercandonos a la casa, vemos que la casa esta en llamas y envuelta en una densa nube de humo.

-Jenna quedate aqui quieta, voy a acercarme vale. -le digo mientras la coloco detras de un arbol.

Me adentro en el sendero que conduce a la vieja mansion de los Swan, abro la puerta y me tapo la boca para no absorver el humo, mas denso dentro de la casa. Oigo gritos desde la planta de arriba, subo a tiempo para llegar al comedor y ver a mi madre tratando de atacar a un hombre, pero este es mas rapido y saca una daga de su bolsillo y se la coloca en la garganta.

-¡Dime donde estan las portadoras!

Mi madre le hace gestos de negacion y tose por el humo, cuando baja la mirada me ve en la puerta y me hace señales para que huya.

Pero no me muevo y veo como el hombre le raja la garganta.

Impulsada por el miedo salgo corriendo de alli a traves del fuego, me gano un par de quemaduras al saltar una viga y me dirijo hacia donde esta Jenna, sin decirle nada la agarro y la subo a mi espalda.

-Aria  ¿viste a mama?¿Donde esta mama?¿Y que ha pasado con nuestra
casa? -solloza.

-Estamos solas Jenna.

Estamos solas.

Nota de autora:
Gracias a todos los que han votado y leido estos dos capitulos, se lo agradezco muchisimo!!!
Si teneis alguna opinion o critica dejarla en los comentarios ☺☺