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-Eres un niño muy lindo y sano -dijo con extrema dulzura Dragon mirando a su cachorro mientras quitaba el resto de la cáscara que había quedado sobre él.

Su último cachorro había nacido un año y medio después de que dejó ir a sus hijos mayores.

El bebé tenia la piel blanca como él junto a escaso cabello negro que contrastaba con esta.

Lo tomó en brazos y lo alzó, envolviéndolo en una manta para seguido volver a depositarlo en el nido,
donde habia prendas tanto de su difunta pareja como suya junto a la de ambos niños para que pudiera reconocer el olor de sus hermanos.

Al sentir el olor de sus padres el bebé sonrió y se acomodó en el calor de la manta que lo rodeaba, durmiendo en poco tiempo.

Dragon también sonrió y acarició su mejilla mientras se sentaba en la silla cercana.
Sonrió un poco más cuando su dedo fue tomado por la pequeña mano del niño.

-Luffy-pronunció con cariño sin apartar la mirada.

El bebé solo siguió durmiendo con una sonrisa al sentir el olor de su familia con él.

(...)

-Luffy, debes ser más tranquilo --habló tras conseguir detener la carrera del niño de un año que habia aprendido antes a correr que a gatear.

-Pero papi, estar sentado es aburrido --hizo un pronunciado puchero y cruzó los brazos.

-- No digo que estés sentado -negó y lo alzó en brazos.

-Solo que no estés corriendo siempre y
guardes energia para momentos importantes.

Papá no estaba quieto -puntualizó.

-Por eso puedo decir sin equivocarme que te pareces a él --sonrió y acomodó al infante en sus brazos.

-En serio me parezco a papá? -preguntó con ilusión.

-Si, bastante -se sentó en una silla y recostó la espalda en el respaldo.

-Genial! Papá era increíble --se acurrucó contra el pecho de su madre feliz.

-Tienes razón, cachorro -lo afianzó para que no cayera.

Podré conocer pronto a Sabo-nii y Ace-nii? -Curioseó con gran intriga.

-Pronto, pequeño, pronto -acarició su cabello para calmarlo.

-Seguro que si voy con ji-chan conoceré a mis hermanos?

-no quería separarse de su progenitor.

-Si, ya hablé con él, te cuidará un tiempo y luego te llevará con ellos

-se sentía fatal terner que dejar ir a
su último cachorro, quien también era un omega.

-Te echaré de menos --Susurró apenado.

--No sabes cuanto os extrañaré a ti y a tus hermanos--apretó el abrazo.

-Pero mi lucha es para que podais vivir libres y sin preocupaciones -se separó para ver el rostro de su hijo, el cual tenía los ojos aguados.

-Papá era libre, quiero ser como papá --afirmó con voz firme a pesar de tenerla titubeante por las lágrimas contenidas.

-No dudo que lograrás serlo, eres un D. -sonrió ante las palabras del menor.

-Y los D. no le tememos a nada -sonrió orgulloso por recordar eso.

-Así es, muy bien -felicitó por acordarse, volviendo a abrazarlo antes de dejarlo en el suelo.

despertar: una nueva aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora