Spike: El Rey de los Dragones.

Capítulo 4

Una semana después de lo ocurrido con los boletos para la gala del galope, la unicornio y el dragón estaban en una situación tensa, ya que Spike, aun se encontraba molesto y apenas le dirigía la palabra a su madre. Incluso a veces la evitaba, pasando todo el día fuera de casa, saliendo al amanecer y  volviendo cuando anochecía.

Cuando Twilight le preguntó al dragón que es lo que hacia en ese tiempo, este simplemente le dijo que había conseguido trabajo, esto pico la curiosidad de la unicornio que quiso preguntar mas, pero solo recibía respuestas cortantes de su hijo.

Twilight: Spike, por favor, dime algo, o por lo menos dime que puedo hacer para demostrar que de verdad lo siento -dijo caminando detrás del dragón-.

Spike: Se que lo sientes, pero eso no quita que yo aun este molesto -dijo saliendo de la biblioteca, rumbo a su nuevo trabajo-.

A la mañana siguiente de lo sucedido con los boletos, Spike había salido a pasear por el pueblo en busca de algo que lo mantuviera distraído y le ayudara a despejar su mente, hasta que se encontró con la pequeña Applebloom, quien se encontraba cargando algunas compras que para ella eran muy pesadas.

Noble como siempre, el dragón se ofreció a ayudarla y acompañarla hasta su casa, donde una vez allí, la abuela Apple Smith, pidió hablar con el, ya que según ella, sus habilidades tanto mágicas como físicas, podrían ser de ayuda, por lo que le ofreció un trabajo como ayudante en la granja, donde ayudaría a Big Macintosh en sus labores diarias, además de recibir una paga semanal, que solo era la mitad de lo que cobraba un empleado convencional ya que el solo era un ayudante.

Durante varios días trabajó, desde que amanecía hasta que el sol se ponía, claro que con breves descansos para el almuerzo y la merienda, donde en cada uno de estos se acercaba al bosque a cazar algunos animalillos, o iba al rio a pescar, si bien comía gemas la mayor parte del tiempo, le gustaba el sabor de la carne.

Este día en específico, seria complicado para el dragón, ya que era el inicio de la temporada Applebuck, donde se daba la mayor cosecha de manzanos del año, ya que esta vez no eran solo algunas decenas, estos eran centenas de manzanos que debían ser cosechados.

Normalmente, no habría problemas, el solo ayudaría lo necesario mientras Big Mac hacia el resto, pero esta vez, el poni había recibido una lesión que tardaría una o dos semanas en sanar, legando toda su parte del trabajo al dragón, que había demostrado ser un trabajador dedicado.

Ahora mismo, el dragón y el poni terrestre, se encontraban en una colina, observando la enorme cosecha de este año, junto a ellos se encontraba una emocionada Applejack, que no podía esperar para comenzar a trabajar.

Applejack: Valla cosa, este es un trabajo hecho para mi, este es el mayor cultivo de manzanos que eh visto en mi vida -dijo emocionada-.

Big Mac: Asi es, demasiado grande para que te encargues de el sola -dijo el grandote-.

Applejack: Calma hermano mayor, necesitas descansar y recuperarte, aun no ah habido un huerto de manzanas que no pueda manejar -dijo tocando accidentalmente la herida del macho, haciendo que este soltara un leve quejido- eh lo siento -dijo apenada- le sacare un mordisco a este trabajo al final del día.

Big Mac: Morder mas de lo que puedes masticar es lo que mas me temo -dijo serio-.

Applejack: ¿Estas diciendo que mi boca hace promesas que mis patas no pueden cumplir? -pregunto molesta-.

Big mac: Sip -dijo-.

Applejack: ¡Por todos los...! Soy tu hermana Applejack ¿lo olvidas? la mas leal de las amigas y la mas confiable de los ponis -encaro molesta-.