El Omega Que No Quería A Su Predestinado

... Capítulo 42...

-¿Cómo se siente ahora príncipe?- preguntó Win con una sonrisa.

-Un poco mejor, ya me ha pasado lo peor- suspiro más calmado el principe omega, aún seguía con algunas prendas de ropa que el alfa lider le había entregado y es que tenían su aroma, así que el principe las necesitaba para sentirse más que aliviado- ¿Mi padre se encuentra bien?

-¡Si! Está entusiasmado, casi salta de la emoción al saber que el alfa lider se encontraba contigo- las mejillas de Gulf se pintaron de un rosa pastel- no debes avergonzarte, tu padre quiere lo mejor para ti, y sabes muy bien que el alfa lider es ese alguien mejor.

-Lo sé, aún así me siento avergonzado, debo pedirle disculpas a Mew- menciono el principe.

Sabía todo lo que había pasado durante su celo, desde sus repentinos celos por escuchar la preocupación de su alfa hacía otro omega, hasta impedir que se fuera de su lado por dos noches seguidas, y obligarle a que le dejará algunas de sus prendas con su aroma para que se sintiera más tranquilo, al menos Mew no se había molestado con respecto a todo aquello, y había accedido fácilmente a entregarle todo aquello.

-Por cierto, Win, ¿En dónde está Mew?

-Está haciendo guardia por los pasillos, evitando que alguien se acerque a su habitación, al menos me ha dejado venir.

Sonrió ante aquello, Mew si que se esforzaba mucho para que lo dejarán en soleadas rodeado del aroma del alfa y es que en verdad se sentia mucho mejor ahora.- ¿Podrías pedirle que venga?- Win de inmediato dio un asentimiento.

-¿Deseas algo más?- preguntó antes de por fin llegar a la entrada

-No, solo quiero que venga aquí el alfa lider, te lo agradecería mucho, Win.

-Por supuesto, de inmediato le diré que venga contigo, me retiro.

De nueva cuenta Gulf se encontro solitario dentro de aquella habitación, sostuvo entre sus brazos una de las prendas de ropa de Mew, aún podia percibir aquel aroma tan varonil que le gustaba, sonrió complacido al sentirlo de nuevo, simplemente su omega podia sentirse en paz con solo aquel aroma, tan relajante y protegido.

Sabía que aún quedaba mucho que hacer, aunque Mew podía mostrarse demasiado accesible con respecto a estar con él, sabía que todavía no había logrado que el alfa lo quiera más allá de una posible amistad, o simplemente de compañerismo, quería lograrlo, para así poder ayudarlo a unir su lazo de nueva cuenta y poder ser felices ambos.

El tiempo podía transcurrir rápido, pero sabía que podía lograrlo, solo esperaba que funcionará, y que todo fuera a tiempo para que ni él ni Mew sufran las consecuencias de los actos de la princesa, ¿Quién diría que ella sería capaz de hacerle tal cosa? Nunca lo imagino, ahora sabía que siempre tenía que hacerle caso a ese sexto sentido que le indicaba que algo podría salir mal en algún momento, tal vez si desde un principio le hubiera hecho caso, todo esto no habría ocurrido.

Aunque a veces el destino juega muy distinto, y puede dar otro giro inesperado, si está es la forma en la que puede demostrarle a Mew que su yo del pasado solo se trataba de un niño que simplemente no sabía nada de la realidad, entonces se lo demostraría, pero se a percatado de algo, y es que al parecer el alfa líder no sabe nada acerca del cortejo que anteriormente había tratado de intentar con él.

¿Será debido a la separación de su lazo formado por el destino?

Quizás lo sea.

-Príncipe- el omega miro hacía la entrada y sonrió al ver a Mew esperando la orden para poder entrar.

-Pasa, por favor, Mew- el alfa líder de inmediato dio un paso dentro de la habitación del príncipe- me alegra que estés aquí.

- Es mi deber obedecerle- el príncipe soltó una suave risa- ¿Para qué ha querido verme?

-Sé que puede sonar algo repentino, pero, me gustaría pedirte disculpas- el alfa escuchaba atentamente al principe omega- mi comportamiento fue muy extraño en el celo, y más con respecto a ti, espero me perdones si es que llegue a incomodarte en algún momento.

- Para nada, no debe disculparse, de cierto modo ver aquello fue algo divertido- el alfa le mostró una sonrisa- debe dejar de preocuparse por ello, principe, hacerle compañía en su celo ha sido bueno, y me siento halagado.

-No te debes sentir así, eres mi alfa, tenías que venir conmigo, en verdad estoy muy agradecido por tu compañía, y... gracias por no hacerme daño.

- ¿Por qué lo haría? Eres mi predestinado.

Las palabras del alfa líder hicieron que tanto él como el príncipe se sorprendieran, Mew de nuevo había dicho algo como eso, ¿Por qué? ¿Qué estaba pasándole?

- Lamento lo que he dicho.

- No lo lamentes, es la verdad.

- No, príncipe Gulf, no lo es, creo que... debería dormir un poco- el alfa líder fue acercándose hacía la entrada.

- ¡Mew! -se detuvo en cuanto escucho eso-. Eres mi destinado, sé que no quieres admitirlo, pero...

El alfa líder negó lentamente.

- Las palabras salieron solas, en verdad lamento esto, príncipe, con su permiso, debo retirarme.

Sin esperar palabras del príncipe, salio de la habitación, no entendía lo que le pasaba, las palabras habían salido solas, su lobo se removía de un lado a otro como si hubiera descubierto algo que él ni siquiera ha logrado descubrir, o tal vez solo estaba sintiendo algo de hambre, ya no estaba seguro de nada.