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◂Un verdadero caballero, no tiene dobles intenciones en sus acciones▸

La última noche no resultó tan mala después de todo. No podía considerarse alguien a quien le encantara el afecto, pero ser consentido por el mayor, era una experiencia que lo dejaba sin palabras. 

Le fascinaba, empezaba a querer tener por el resto de las horas que pasaban juntos los ojos avellanas de Víctor sobre él. Pero cuando salió de su burbuja esa misma noche al llegar a su departamento, pensó en lo aterrador que también le resultaba todo.  

Es decir, ¿Por qué aquella sensación tan agradable podía llegar a dolerle tanto? No se explicaba, ni él mismo se entendía. Ahora, mientras miraba con atención un vaso de agua frente suyo y se perdía en su mundo, pensó en lo que posiblemente le sucedía. 

— ¿Tú crees que... 

— Sí. — Interrumpió el pelirrojo a Acenix. El peligris volteó a su dirección un poco confuso.

— Pero si aún no termino de hablar, ¿Por qué dices sí? — Acenix acomodó sus redondos lentes que poco utilizaba y cruzó una pierna sobre la otra. Era un hábito que inconscientemente hacía. 

— No sé, quizás convivir contigo por un buen tiempo me permite leerte la mente. — Raptor tomó asiento al lado de Acenix. — Es broma. Me parece tan obvio lo que preguntarás, así que me ahorro un bonito discurso con mi 'sí'.

Acenix sonrió. — ¿Crees que estará bien? Apenas y lo conozco un tiempo, y tampoco es que sepa mucho de esto... 

A pesar de reconocer la situación, aún le faltaban unas cuantas piezas que completar.

No era tan simple decir que le gustaba, claro que no, porque si lo llegaba a decir en serio, entonces eso se convertiría en un gran problema cada que llegara a ver a Víctor. 

Estiró sus brazos sobre la mesa y cayó rendido. Aquel castaño se había convertido de un par de citas a un tema serio. 

— Hoy se verán, ¿No es así? — Preguntó Raptor. Acenix solo levantó su pulgar con pocos ánimos. — Entonces, asegúrate esta tarde de responder todas tus dudas. No eres un niño, sabrás cómo lidiar ante cualquier respuesta. 

Acenix suspiró y sonrió en su lugar. Pensó rápidamente en lo que debía hacer.

En momentos como esos, se sentía afortunado de tener a Raptor a su lado. 

Y sentía como cada minuto que transcurría y se acercaba a la hora acordada, le hacía latir el corazón, uno bastante inquieto. 

. . .

Podía haber jurado hasta minutos atrás que nunca había visto la persona mas hermosa ante sus ojos, pero observar al famoso castaño recostado sobre su auto mientras su cabello se movía por la brisa y su bella mirada se enfocaba hacia el mar, aquello hiso que Acenix quedara por varios minutos mirándolo a lo lejos. 

Víctor, con un semblante relajado y enseñando un bonito perfil, realmente era hermoso por donde lo mirara. 

El peligris tomó aire y cautelosamente fue acercándose, donde de un suave tirón en la mano del mayor logró que este hiciera contacto visual con él.   

 — Oh, bonito. — Habló Víctor y con su mano libre sacudió cariñosamente los cabellos del peligris. — Es un buen lugar, ¿No te parece? 

Acenix sonrió en respuesta y asintió. También miró a sus alrededores, la vista de la playa era genial, las olas iban y venían, y la brisa tan fresca que sentía por su rostro le daba un toque aun más espectacular. 

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2021 ⏰

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ᴄʜɪᴠᴀʟʀʏ ɪꜱ ᴅᴇᴀᴅ [ᴠɪᴄɴɪx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora