"Solo Una Vez Más"

Hola.

Así paso otro mes, los recuerdos seguían latentes parecían no querer borrarse, era muy insegura de todo hombre que se me acercaba, con mis dieciséis años sentía que el dolor era demasiado, ahora las pesadillas eran constantes y mucho mas reales, mi antebrazo me lo recordaba todos los días, la musica alta me hacia olvidar, y pintar me hacia llorar así que lo había dejado. Seguía con mis visitas a la psicóloga me decía que estaba progresando y quiso ver mis muñecas, me negue, hací que retrocedimos un paso en mi "avanze" prometí dejar de hacerlo así que me mantendré en abstinencia por una semana sólo hasta que se le olvide, esto lo hacia solo por mi papá, para que no se preocupara mas por mi, Valería le dijo sobre las cortadas a mi familia y me mantuvieron a raya un buen tiempo.

La escuela seguía igual de tétrica, me dedique a leer, era mucho mas interesante, me sentaba por los pasillos cuando había calor ya que todos se mantenían afuera, y en la cafetería cuando llovia, un día lluvioso, leía en una de las mesas del rincón de la cafetería, los recuerdos afloraron, y fue inevitable que una lágrima resbalara por mi mejilla, lo que no esperaba era que el chico de las sonrisas me limpiara la lágrima antes de que cayera.

Me sobresalte al sentir lo cálido de sus dedos, y por el pequeño susto.

-Hola. No quería asustarte. ¿Por qué lloras?

-¿Qué? No... Yo no estoy llorando.

-Si. Si lo haces o por lo menos hace un segundo si.

-¿Qué quieres? - pregunte bruscamente.

-Solo saludarte, siempre te veo sola y pensé que podría saludar y hablar tal vez.

-Bueno ya saludaste. Ya te puedes ir, no soy la persona adecuada para saludar mucho menos para hablar.

-Pues te ves amistosa.

¿Amistosa? Dijo Amistosa JA, si supiera.

-No pues las apariencias engañan. No quiero hablar vete por favor quiero estar sola.

-Ya veo. No tienes que ser brusca. Solo quería ser amable, ¿que lees?

Que acaso no entendia, no era lo suficientemente mala. Solo quería estar sola. - Un libro, por favor VETE.

-Se que es un libro. Y te llamas Adriana ¿verdad?

-SI así me llamó. Vete, vete, vete.- le decía señaladole la salida pero ignoraba mi gesto.

-Lindo nombre Adri. Mucho gusto sho me shamo Diego, mi lady.

-Jajaja, nunca en tu vida me vuelvas a llamar Adri.- inconscientemente me reí ante su tono de caballero. me acorde que debía ser brusca y mostrarme fuerte ante el ante todos mejor dicho.

-Te has reído. -se quedó pensativo- Linda risa, sabes te ves aun mas hermosa sonriendo. Dime ¿que escondes bajo esa capa protectora?

-Tu no deberías ni siquiera hablarme, no escondo nada, simplemente así soy, así me hizo el mundo, y las circunstancias.

Mi miserable mundo de sufrimiento, dolor y recuerdos de mierda.

- Bueno supongo que eso tus brazos ya me lo habían mostrado. - Dijo bajando la mirada a mi brazo lleno se cicatrices descubierto de la manga de mi blusa y mis pulseras.

Baje rápidamente las pulseras, - VETE esto no te incumbe no te interesa, cómprate una vida y ya dejame.
Un poco asustado y arrepentido se marchó. Di aplausos mentales por mi reciente victoria, y cubrí con mayor razón mis cicatrices.
Paso una semana después de lo sucedido