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Capítulo 20

Bai Shaoqing se dijo en secreto: 'Feng Long se ha convertido en un enemigo público del WuLin. El mundo sabe que sus artes marciales son imbatibles, pero aún así tenemos que ver qué hay personas en el WuLin que se atreven a pensar que pueden lidiar con él.'

Así que le entregó la mano al hermano Huai: "No he oído hablar de los asuntos del WuLin durante mucho tiempo. Afortunadamente, he conocido al hermano Huai. El hermano Huai vino del sur del río Yangtze, así que le pediré al hermano Huai que se encargue de guiar todo el camino".

El hermano Huai estaba molesto por lo que dijo, y se rió: "Jaja, no se preocupe, Joven Maestro Bai, este hermano Huai tiene una habilidad mediocre, pero todavía hay muchos amigos más. La comida y las bebidas en este camino están a cargo de mi".

Xiao Mo golpeó con entusiasmo el hombro de Xiao Jie.

"¡Estaremos juntos con el Joven maestro Bai!"

El hermano Huai llamó a otras personas para presentarlo. Resultó que, a excepción de él, Xiao Mo y Xiao Jie, los otros eran enviados y sirvientes que siguieron todo el camino para servirlos.

La mayoría de los niños del WuLin van y vienen libremente, no mucha gente lleva un grupo tan grande con ellos.

Xiao Mo estaba molesto y dijo: "Dije que no quiero que me sigan, mi madre es demasiado cuidadosa, no soy una niña".

Bai Shaoqing miró con atención, dos de los sirvientes tenían ojos agudos y su kung fu era más alto que el del hermano Huai. Están protegiendo en secreto a su pequeño maestro. No sabía quién puede llamar a estas personas para estar dispuestas a servir como sirvientes y seguirlos.

Después de todo, el hermano Huai, era mayor. Al ver que Bai Shaoqing miró a los sirvientes, adivinó un poco y dijo:

"Xiao Mo es el único hijo de la familia Taihu Xiao. Es la primera vez que sale, y Madame Xiao me pidió especialmente que lo cuidara. Oye, si su hijo iba a salir, es inevitable que las madres sientan miedo.”

La familia Xiao en Taihu elogió las artes marciales con vino y espada. Su hijo estaba aquí. Bai Shaoqing asintió levemente, "Mira sus raíces, en realidad tiene material para las artes marciales".

Xiao Mo se rascó la cabeza mientras se enrojecian las mejillas, inclinó ligeramente a Xiao Jie con su hombro, con una mirada de suficiencia en su rostro. Xiao Jie estaba molesto, levantó las cejas y dijo: "¿Estás volviendote loco por dos oraciones? ¡El joven maestro Bai solo dijo cosas amables! Si eres realmente bueno, ¿por qué ni siquiera puedes vencerme?".

Xiao Mo quedó expuesto. En el acto, se sonrojó aún mas. Pisoteó y dijo: "Es todo por  mi madre. Siempre tiene miedo de que me ponga enfermo, así que no me permitió practicar artes marciales día y noche".

Xiao Jie resopló, volvió la cabeza y no pudo evitar reír en secreto.

Bai Shaoqing vio la escena en la que los dos se llevaban bien, y entendió un poco en su corazón. Él tiene una gran experiencia. A primera vista, se dio cuenta de que Xiao Jie era una mujer disfrazada de hombre, pero no dijo nada.

Le dijo al hermano Huai: “Esta noche quiero pasarla solo en este templo"

Dijo esto con indiferencia, y sin más explicación, caminó directamente al pasillo interior.

Xiao Mo, que lo admiraba tanto, rápidamente se puso de pie y quiso seguirlo, pero Xiao Jie lo agarró y gritó: "¿Eres un tonto? El Joven Maestro Bai acaba de decir que su lesión aún no sana correctamente y que, naturalmente, necesita estar en silencio. Solo causarás problemas si lo sigues".