traitor.

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Tres días después de conocernos Taehyun me interceptó antes de llegar a mi salón y me pidió mi número. Yo sé lo di, extrañamente extasiado porque se acercó a mi de nuevo.

De esa forma nos volvimos realmente cercanos. Aunque no en persona, sino por chat. Cosa que nunca me había pasado con nadie.

Empecé a emocionarme cada vez que me respondía un mensaje, me enviaba fotos de su serpiente mascota, o escuchaba las canciones que me decía que le gustaban.

En persona era bastante diferente. O más que diferente; raro. Nunca sabía cómo enfrentarme a él, ansioso por cuál sería el estado de ánimo con el que tendría que lidiar.

Casi siempre prefería verlo sonriente, pocas veces hastiado y adorable quejándose por todo. Y luego estaban esas ocasiones en las que...

—¿No es gracioso? —murmuró con cierto tono bromista una mañana en la que llegamos tarde a la escuela por desvelarnos hablando por llamada.

Él rayaba la acera con una piedrita dibujando caritas y flores mientras yo solo lo escuchaba hablando de su ex.

—Ser olvidado tan rápido  —explicó concentrado en sus dibujos.

Supe demasiado pronto que yo jamás sería capaz de olvidarlo.

—Ni siquiera me engañó, pero aún así... —sus trazos se volvieron duros, el ruido que provocó la piedra contra el pavimento sonando cada vez más errático—... aún así es un traidor.

Los dibujos que empezaron siendo lindos se convirtieron en lineas sin sentido. Las caritas felices ahora estaban tristes y las flores eran feos garabatos.

Pero Taehyun no paró.

—Traidor, traidor, traidor, traidores —gruñó. Yo tragué saliva impacientado por la expresión de dolor e ira en su rostro.

Lo detuve cogiendo su muñeca cuando sus dedos empezaron a rasparse contra el rústico suelo.

Él alzó la mirada. Habían lágrimas aglomeradas en el borde de sus ojos contenidas por la rabia.

—Hee, lo peor es que seguro no se arrepienten —murmuró con la voz rota.

—Es un idiota —dije envolviéndolo en mis brazos.

—Yo también lo soy por aceptar sus condiciones —declaró.

—Ojalá lo atropelle un camión.

Taehyun soltó una inestable carcajada amortiguada contra mi pecho, mojando la tela de mi suéter favorito como si no le importara que yo conociera su lado vulnerable.

Me convertí poco a poco en u6m lugar seguro al que podía recurrir si quería. Entonces, no puedo parar de preguntarme: él, que fue la víctima tantas veces ¿cómo no se dio cuenta de que yo también estaba siendo acorralado por las crueles redes del enamoramiento?

¿No es gracioso como al final yo también fui traicionado?

¿No es gracioso como al final yo también fui traicionado?

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Sour. | taeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora