jealousy jealousy.

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Para una persona común que poco sabe de relaciones abiertas o triángulos amorosos, me fue muy difícil comprender por mi cuenta qué había ocurrido con Taehyun y sus "amigos"

Preguntar directamente no era una opción, porque él había dejado de hablarme de "su ex" hace mucho tiempo, cosa que solía alegrarme, pero que empezó a hacerme sospechar cada vez más.

Se reunían más seguido. Taehyun a veces me llevaba con él y a veces no, dependiendo de su humor, y también dependiendo del mío.

—¿Por qué no quieres ir conmigo? —él preguntaba.

—Porque aún si voy es como si yo no estuviera allí —le saqué en cara con algo de irritación.

—Bien —decía cortante— entonces quedate.

Y luego cuando volvía a casa con su radiante sonrisa no podía evitar sentirme celoso y posesivo.

Yo creía que él no me estaba engañando, que solo salía con sus amigos.

—No pongas esa cara, Bambi, tu dijiste que no querías ir.

Él lo hacia sonar como si fuera mi culpa. Me hacía enfadar a propósito, provocándome para que yo actuara exactamente como siempre me rehuse a comportarme.

Las personas como Taehyun; raras y hermosas por naturaleza, se inclinan siempre por experimentar la adrenalina de la pasión que los hace sentir vivos, y muy de vez en cuando se refugian en la seguridad y el confort del buen amor, solo que no lo admiten.

Si en algún momento él sorteó la posibilidad de confiar en mi, reunirse de nuevo con su grupo de personas igual de descarriladas lo tiró todo a la basura.

El debate de sí debía convencerlo a que se rehabilitara, o si yo debía sumergirme con él en la desgracia, deambulaba en mi mente todos los días, hasta que de pronto la balanza cayó de un lado definitivo.

Una tarde llegué a casa vestido de pies a cabeza con ropa negra, el labio inferior y la ceja perforada, el cabello de color negro azabache y un par de botas más pesadas que un par de ladrillos.

Taehyun se quedó sin palabras. El brillo atrayente de sus ojos reluciendo como si yo fuera un desconocido al que quería corromper.

La pieza que siempre me faltó encajo en el rompecabezas.

Él me amaba, pero nunca le había gustado lo suficiente.

Podía quererme como para permanecer conmigo todo ese tiempo, incluso mudarse conmigo, pero no podía revelarme sus secretos si yo no estaba dispuesto a empatizar primero.

Solo entrando en su mundo yo conseguiría respuestas, me convertiría en aquello que nunca quise ser para que me perteneciera solo a mi.

Mi metamorfosis resultó ser efectiva, pero yo no tenía ni idea de lo que me esperaba del otro lado.

Su transtornado paraíso.

Su transtornado paraíso

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Sour. | taeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora