Capítulo 1

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Era un día lluvioso. Iba caminando por la calle, salí de la escuela tarde ya que casi siempre me quedo hasta tarde en la biblioteca. De repente empezó a llover a raudales, estaba muy fuerte. No hice caso al pronóstico del clima que escuche esta mañana y no traje paraguas.

Todo mi pelo estaba mojado. Mi fleco es muy largo así que se me pegaba a la frente y no me permitía ver mucho que digamos, me lo apartaba a cada rato, pero volvía a tapar mi vista.

Ya estaba cerca de mi casa, cuando por el rabillo del ojo vi un movimiento a mi izquierda. Voltee y me encontré a un gato, ya grande, debajo de un árbol para taparse de la lluvia. Me pareció interesante el gato, pues la cara del gato del lado izquierdo era negro con el ojo amarillo y del lado derecho era de color entre amarillo y naranja, como pelirrojo, y con el ojo azul. Me encantó esta combinación, era hermoso.

El pobre estaba mojado y temblaba. Como estaba mojado se le notaban más los huesos de las costillas, parecía que no había comido en mucho tiempo. Y tenía muchas heridas en su cuerpo.

Al verlo a los ojos sentí algo. De alguna forma sentí que él era como yo. Estaba solo y en sus ojos no se expresaba nada.

Los dos estábamos mojados, templando y lastimados. Estaba entre llevármelo o no. El gato no dejaba de verme aunque en sus ojos no se veía que me estuviera rogando por llevarlo o alimentarlo, seguía sentado debajo del árbol.

¿Por qué no llevármelo? Mi mamá y mi papá murieron, mi tía nunca está en casa, ya sea por el trabajo o estar en el bar o alguna fiesta, básicamente estoy completamente sola. En casa nadie me espera, solo mis libros, mi laptop y mi teléfono con música. Nadie me espera a la puerta de la casa diciéndome "Bienvenida"

Un gato en casa no hará daño a nadie y con el trabajo de los fines de semana podre comprarle sus cosas.

Por un momento me emocione de tener al menos una mascota.

Caminé hacia el gato y me senté a su lado, él no me apartaba la mirada de encima. Tras un tiempo sentados, yo viendo la lluvia alrededor de nosotros y el gato viéndome, me decidí por tocarlo. Fui acercando mi mano hasta que quedo en frente de su cara, este la olio y no me lastimo. Tomando valentía acerqué la mano hasta que quedara apoyada en su cabeza y después de esto lo acaricie un rato. Al parecer no me haría daño.

Lentamente lo agarré totalmente y lo acomodé en mi regazo. El gato pareció un poco sorprendido pero después se acomodó en mi regazo y me permitió acariciarlo.

Debajo de un árbol, con la lluvia alrededor de nosotros y el gato en mi regazo acostado...Sonreí realmente feliz...

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