Capítulo 5

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Llegué a la casa desanimada y agotada por lo que pasó a lo largo del día. Déspues de abrir la puerta lancé la mochila al piso y subí las escaleras corriendo hacia mi cuarto.

Cuando abrí la puerta lo primero que hice fue lanzarme hacia la cama. Woa, que día de mierda. Y apuesto que así sera por siempre. Agarré la almohada y apreté la cara contra ella.

Creo que me dormí por que cuando abrí los ojos el cuarto estaba más oscuro de lo que recordaba y sentía algo caliente cerca de mí, me giré hacia esa dirección y vi a Dayron dormido a mi lado. Gracias a Dios que esta aquí conmigo. Puse mi mano sobre él y empezé a acariciarlo lentamente. Abrió los ojos y se me quedó viendome.

- Ha sido un día díficil. Lo de siempre, ya sabes -. Le dije a lo que nuevamente se me quedó viendo atentamente - Si podría llevarte lo haría, tal vez así no estaría sola. ¿Tú no me dejarías verdad? -. Se levantó y se regestró contra mí. - Si tan sólo supieras hablar -.

Y así estuvimos, acostados en la cama juntos por un buen rato hasta que se hizo ya entrada la noche. Nuestro silencio fue interrumpido por el sonido de la puerta principal abriendose. Mi tía había llegado.

Mi tía es una gran persona, ella me crío sola por lo que nos llevamos bien, sin embargo cuando llegué a la edad de cuidarme sola ella salió a trabajar para que vivieramos bien. Ella se levanta a trabajar más temprano que yo y llega como a las 11:00 pm si es que no le encargan nada más, así que casi no nos vemos y cuando tengo la oportunidad de hablar con ella tengo miedo de llegar a estrezarla más. Ella ya hacía sufiente con ir a trabajar todo el día.

Y por eso mismo siempre doy lo mejor de mí en la escuela, para no causarle mas problemas, y támbien casi no le importó que tengamos a Dayron por que ella no lo cuidaba, ese era mi trabajo.

Mi tía iba subiendo las escaleras hacia su cuarto a descansar, no fui a saludarla por que sabía que ahorita lo único que quiere es irse a dormir.

Cuando supe que mi tía ya estaba en su cuarto bajé a la cocina con Dayron en brazos. Ya en la cocina nos preparé una buena cena para los dos, me preparé un sandwich de jamón y queso y le puse una lata de carne a Dayron.

A pesar de que Dayron no es una persona amo cuando esta conmigo, por que cuando esta en casa siempre anda detras de mi y toma la primera oportunidad que vea para acostarse sobre mi o a mi lado. Todavía tenia ese temperamento enojón pero cada día iba mejor nuestra relación. Sentía que no estaba totalmente sola.

Seguía pensando en todo lo que habia pasado hoy en la escuela. Deberas que tengo la peor suerte de todas. Y lo peor de todo es que así serán mis días en la escuela por siempre.

Cuando acabamos de cenar agarré a Dayron entre mis brazos y subí las escaleras hacia mi cuarto. Mi cuarto tenía las luces apagadas.

Nos acostamos en la cama, nos tapé con la sabana y abrazé a Dayron. Con solo negro ante mis ojos, el ronroneo de Dayron en mi oído, solté una lagrima y pensé "Puta vida".

Desperté con el sonido del molesto despertador. Me levanté y para mi sorpresa Dayron seguía ahí en la cama dormido. Me extraña que siga aquí pero a la vez me alegra.

Me vestí con un short negro y una blusa blanca que dice " Don't happy, be worry" que va bien con mi estado de ánimo hoy.

Bajé a desayunar un tazón de cereal rápido y volví a subir por mis cosas. Cuando regresé a mi cuarto ya no estaba Dayron, era evidente que mi alegría no duraría. Bajé, guarde mi comida, una cajita llena de fresas, y salí de la casa. En la calle me puse mis audifonos para comenzar a caminar hacia la escuela.

Gracias a Dios ningún carro me mojó y llegué seca a mi clase de español. La maestra Lucia es un amor, siempre preocupada por nosotros y muy paciente. Y la quiero mucho por que es una de las pocas maestras que me deja leer en clase si es que acababa la actividad.

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