Se presentó otra vez y ahora se sentó delante de mí. Se giró hacia mí.
- Hi, again -. Me susurró.
- Hi - Susurré.
La clase fue otra vez en parejas pero el maestro Gabriel los escogió esta vez. Me tocó con una muchacha con la que sólo conocía de vista, nos repartimos el trabajo y lo hicimos en un silencio incómodo. No sabía de que hablar. A Dayton le tocó estar con Adila. Si, Adila iba la mayoría de las clases conmigo, pero trataba de ignorarla.
Miré de reojo hacia ellos y ví que estaban en una conversación fluida y él nunca la llegó a mirar con cierto enojo. Se veían muy bien juntos, que suerte tiene la muy perra. No, no estoy celosa. Para nada.
Yo y la muchacha acabamos la actividad a tiempo. Salí del salón y en primer plano estaban Dayton y Adila, era obvio Aileen dejaré de falsas esperanzas. Pasé de largo junto a ellos sin siquiera mirarlos para dirigirme al patio.
- ...Sentarte con nosotros... -. Llegué a escuchar de su conversación. Claro que si.
Llegué a mi árbol, saqué mi caja llena de fresas y mi libro. El comedor se empezó a llenar y escuché a lo lejos la risa de Adila, levanté la vista de mi libro y claro, Dayton esta a su lado. Aunque no conocía bien a Dayton, un sentimiento de odio hacia él llegó. Por un sólo momento pensé que nos llevaríamos bien.
Volví a mi lectura pero no entendía lo que leía, leí una página entera como más de cuatro veces, la curiosidad me comía. Discretamente volví a ver hacia donde se encontraban y no ví a ninguno de los dos. Ya me los imagino besándose en un rincón.
Sentí algo a mi izquierda, me giré asustada y ahí estaba Dayton a un milímetro de mi cara, nuestros alientos se hicieron uno y nos miramos un largo tiempo.
- No te encontraba -. Susurró.
Algo nerviosa puse distancia entre nosotros.
- ¿Qué necesitabas? -. Yo seguía comiendo mis fresas. Ya quedaban pocas.
- Ya te había dicho. Quiero conocerte -. Apoyó su cabeza en su mano. - ¿Qué hacias aquí? -.
- Estaba leyendo y comiendo fresas -. Llevé mi mano a la cajita para agarrar una fresa pero mi mano no encontró ninguna. Vi la caja extrañada, ya no había fresas.
- ¿Una como esta? -. Dijo Dayton riendose. Señaló su mano izquierda que tenía una fresa. Mi fresa.
- ¡Oye! -. Le grité divertida. Se levantó y le dio un mordisco y empezó a aventarla sobre los aires, pasándosela por las manos. Yo trataba de alcanzarla entre risas pero no podía. Si, era una simple fresa, pero hace años que no jugaba así por una tontería.
- Okay, ten tu fresa -. Se la puso en la boca sosteniéndola con los labios y me la tendió, iba agarrarla con la mano pero él rápidamente las agarró y las apretó contra el árbol detrás de mí. Sólo me quedaba la boca.
Lo miré a los ojos y muy despacio mordí la fresa, casi rozando sus labios. Ya que tenía la fresa en mi boca me soltó y me dio una sonrisa pícara.
- Nos vemos en clase, Aileen -. Me dijo con una cara de satisfacción y se fué, dejándome anonada, cuando dijo mi nombre en un susurro mi cuerpo se estremeció.
Cuando me dí cuenta de lo que había pasado sentí como toda mi cara ardía. Esperen, no recuerdo haberle dicho mi nombre. Que raro, tal vez lo mencioné o alguien se lo habrá dicho.
Faltaban como cuatro clases que se me pasarían muy lento y muy tensas por lo que acababa de pasar.
En matemáticas apenas si le entendía al maestro Benjamín, Dayton estaba súper concentrado en clase. No puedo creer que este así después de lo que pasó hace rato.
Nunca fui buena en matematicas, soy más sobre teoría, lo más cercano a matemáticas que me vaya bien que es física porque me gusta mucho. Si lo piensas todo tiene sentido gracias a los físicos y además sólo es seguir la fórmula y ya.
Después de ochenta mil años de matemáticas sin entender nada y tener aún mis apuntes bien ordenados, el maestro Benjamín, gracias a Dios, salió del salón. Vaya señor serio, con una calva evidente, unos lentes pequeños y una barriga un poco sobresaliente.
En historia pasó lo mismo. Dayton estaba muy concentrado en la clase, parecía que le emocionaba saber más, tenía un brillo en los ojos con cada palabra que decía el maestro Edwin, también siempre emocionado en su clase. Pareciera más un cuento que un acontecimiento. El maestro Edwin era joven de pelo café y ojos verdes muchas alumnas se le acercaban pero estaba casado.
Me volví hacia Dayton, dejando de escuchar al maestro, para ver ese brillo en sus hermosos ojos. Me permití el lujo de verlo por que de seguro ni se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor.
Otra materia que me iba de la patada era laboratorio. No, no soy burra y si pongo atención en clase pero se me dificultan algunas cosas. Delante de mí tenía muchos tubos de ensayo llenos de extraños líquidos, levanté la mirada para ver si alguien sufría lo mismo que yo pero sólo me encontré Dayton mirándome, rápido baje la cabeza con la cara ardiendo. Dios si te acuerdas de mí sólo te pido que me ayude alguien con esto pero no él.
- ¿Necesitas ayuda? -. ¡Ah, gracias Dios! Dayton llegó silenciosamente a mi izquierda.
- No, estoy bien. Gracias -. Empecé a dibujar garabatos en mi libreta para simular que sabía lo que hacía.
- Si, se nota -. Dayton me quitó mi libreta y rió al ver mis garabatos amorfos. Genial, pensará que no sé nada. - No te preocupes. Aquí estoy para ayudarte -.
Me empezó a explicar las diferentes reacciones con las sustancias y me daba un ejemplo con los líquidos de los tubos. Yo anotaba todo lo que decía y si llegué a entender un poquito. Explicaba muy bien aunque era difícil concentrarse y no quedarse viéndolo.
Cuando ya estaba segura que había entendido le dije que quería mezclar algo así que fue a trabajar en lo suyo no sin antes preguntarme un millón de veces si podía yo sola.
De todos los tubos que Dayton usó dejó dos, uno decía "Ácido" y el otro "Base". Creó que Dayton nunca los mencionó así que ¿Por qué no mezclarlos? Los agarré y con mucho cuidado los iba a mezclar en otro tubo.- ¡Aileen! -. Gritó Dayton y me empujó, pero las gotas ya habían caído en el tubo y explotó.
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Hola !! :D Perdón por subir el capitulo tan tarde u.u pero el viernes estaba muerta de cansancio y no tuve tiempo de escribir. En fin, aquí esta el capitulo :3 Esperó les haya gustado, de que les guste Dayton tanto como a mí *-* El booom del final si es verdad eh !! Lo investigué asi que tengan cuidado D:Gracias por leer !! Bye~
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Switchers
RomanceAillen es una persona solitaria, en la escuela nadie le habla, su mamá y su papá estan muertos y su tía nunca esta en casa. Un dia llovioso, triste y desesperada por tener al menos alguien, se encuentra a un gato de cara negra y naranja y ojos amari...