"No mientas. Sé que te gusta cuando te molesto."
La mano derecha de Nobunaga, un guerrero envuelto en el misterio. Hideyoshi desconfía mucho de él, y algunos dicen que se ha estado reuniendo con el enemigo en secreto. Aunque está al tanto de estos r...
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Mitsuhide: "¿Todavía estás despierta, pequeña? No es bueno pasar tanto tiempo en la oscuridad, sabes".
MC: "¡Mitsuhide!"
(¡¿Eres tú realmente?! ¡Que alguien me diga que no me he dormido y que estoy soñando esto en secreto!)
Mitsuhide: "No te has quedado dormida y no estás soñando esto. Soy real".
MC: "...Tienes razón. Realmente eres tú. Sólo tú podrías hacer un trabajo tan perfecto leyendo mi mente".
Con la luna a sus espaldas no lograba verlo con claridad. Estaba sentado en el borde de mi ventana.
Mitsuhide: "...Acércate, para que pueda ver mejor tu rostro".
MC: "Tú también deberías dejarme verte..."
En cuanto estuve lo suficientemente cerca, Mitsuhide me sostuvo en sus brazos y me abrazó con desesperación.
Su cabello estaba mojado; su piel estaba fría y húmeda, como si hubiera tenido que asearse apresuradamente; sus brazos estaban vendados hasta los dedos.
(...Tiene muchas heridas y está muy delgado. Malditos sean, también lo han matado de hambre).
Le devolví el abrazo, con cuidado. Aunque deseaba abrazarlo tan fuerte como él a mí.
Mitsuhide: "Esta es una bienvenida mucho más cálida de lo que esperaba. ¿Tanto me has echado de menos?"
MC: "... Ya hablaré de eso en un momento. Tenemos cosas más importantes que discutir. Como el hecho de que hayas escapado de prisión..."
Mitsuhide: "La información viaja rápido".
MC: "'¿Información?' ...Quizás no escuchaste las campanas de alarma que hicieron sonar por ti, ¡pero yo sí!"
Intenté bromear con él como de costumbre. Sonriéndonos el uno al otro. Me esforcé pero...
Mis estúpidas lágrimas se interpusieron...
Mitsuhide: "No deberías gastarlas de esa manera".
Él guió suavemente mis manos lejos de mis ojos, apartando mis lágrimas con las yemas de sus dedos vendados.
(Dios, eres tú quien me hace llorar tanto...)
(...Y sin embargo, siempre eres el que limpia mis lágrimas).
Mitsuhide: "¿No vas a pedir ayuda? Soy un traidor y un prisionero fugitivo, lo sabes".
MC: "Sí, y sé de autodefensa. Pero no la necesito cerca de ti..."
Miré sus hermosos ojos, delineados por esas largas pestañas plateadas.
