"No mientas. Sé que te gusta cuando te molesto."
La mano derecha de Nobunaga, un guerrero envuelto en el misterio. Hideyoshi desconfía mucho de él, y algunos dicen que se ha estado reuniendo con el enemigo en secreto. Aunque está al tanto de estos r...
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Estábamos reunidos en una habitación individual en Honno-ji, esperando la hora que sabíamos que llegaría...
(Es más de medianoche y ni siquiera tengo sueño).
Nobunaga estaba sentado con las piernas cruzadas y los brazos cruzados. Contemplaba el cielo con una compostura que ponía en evidencia la situación en la que nos encontrábamos.
Hideyoshi, mientras tanto, no había soltado su espada ni una sola vez.
Me senté cerca, pues me habían ordenado permanecer a la vista. Acallé mi respiración, alerta ante cualquier ruido.
(...No oigo nada.)
Habíamos ordenado a los monjes que se retiraran a un lugar seguro.
Los soldados estaban apostados fuera de la puerta como guardias, pero ni siquiera ellos hicieron ruido.
(Prácticamente puedo oír la tensión. Todo el mundo está pensando lo mismo: va a ser esta noche).
(La reunión de Nobunaga con la corte fue un éxito. Mañana, saldremos de Kyoto).
(Si Mitsuhide me encontró tan rápido, es razonable suponer que saben dónde nos quedamos).
(El shogun tiene exactamente una oportunidad para atacar. Y es justo ahora...)
Apreté los puños, mis nudillos crujieron. Ese fue el momento en que escuchamos el aviso--
Vasallo Oda: "¡Ataque enemigo! Ataque enemigo!"
Nobunaga: "Están aquí".
(Oh, cielos, ¡está comenzando!)
Me puse en pie de un salto y me asomé al balcón, vi aparecer figuras en la penumbra... figuras aterradoras.
(¡El templo está rodeado! Dios, son muchos hombres. ¿Quién los lidera?)
(¡Mitsuhide y Yoshimoto...!)
Hideyoshi: "¡Mi Lord, espere aquí! ¡MC, vuelve a entrar y no te separes de él ni un momento!"
MC: "De acuerdo. ¡Ten cuidado, Hideyoshi!"
Nobunaga: "Contamos contigo, Hideyoshi."
Hideyoshi: "Sí, mi Lord".
Dejando atrás a los dos guardias de la puerta, Hideyoshi se llevó al resto de los vasallos y salió a la carga.
Al parecer, nuestros enemigos están intentando abrirse paso a través de la entrada del templo.
(¡Nos superan en número!)
Mitsuhide estaba al frente de todo.
(...¿Y quién es el que se le está uniendo?)
Se me heló la sangre al ver al hombre que se acercaba por detrás de él, muy seguro de sí mismo y bien protegido.
