02. Ella Es Jennie Kim

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Caminaba confiada por aquellos pasillos, dedicándole una sonrisa a todo aquel que se encontrara en el edificio. Había esperado tanto tiempo y al fin estaba ahí.

Al fin sería la asistente de Lisa, al fin había conseguido ese trabajo qué le costó conseguir.

- Flashback -

Era de noche, aquella mujer caminaba rumbo a su casa después de un largo día de trabajo, por fin llegaría a casa con sus hijos.

Pensó que así sería.

Esa mujer tenía algo que Jennie quería. Su trabajo como asistente de Lalisa y si Jennie lo quería, lo conseguiría.

Matando a esa idiota era la única forma de que Jennie consiguiera ser asistente de su amor, de la chica que según ella "amaba". Y lo hizo, asesinó a aquella mujer sin piedad alguna. No la dejó ir a casa.

- Fin del flashback -

Se dirigió a la puerta qué le indicaron, se acomodó el cabello antes de entrar y esbozó una enorme sonrisa para causar la mejor impresión y al fin, entró a la oficina del manajer de Lalisa Manoban.

- Buenas tardes, es un gusto conocerlo señor - Jennie hizo una reverencia, inclinándose ante aquel hombre en símbolo de respeto.

- Muy bien Jennie, Lisa vendrá en un rato más - Sonrió.

- Me parece perfecto - Le devolvió la sonrisa, sentándose en una de las sillas enfrente del escritorio.

Era la primera vez que Jennie se sentía realmente emocionada por algo, amaba esa sensación.

Jennie conoció a Lisa gracias a una canción que escuchó mientras quemaba el cuerpo de su vecina en el bosque.
La canción sonaba en el radio de su auto.

~ My love is on fire, uhh, now burn baby burn ~

Una melodiosa voz, acompañada de cierto rap fue lo que hizo que Jennie se endulzara el oído.
Buscó el nombre de la chica hasta encontrarlo y quedó maravillada.

Ojos grandes, casi sin rasgos asiáticos, labios gruesos, sonrisa impecable, estatura de 1.70 metros, manos grandes y esqueléticas, mandíbula marcada al igual que sus clavículas, pechos pequeños pero acorde a su cuerpo, piernas largas y abdomen tonificado.

Jennie pensó que Lisa era el amor de su vida y desde entonces, planeo encontrarla y hacer que ella la amase.

****

Jennie esperaba paciente a Lisa, con las piernas cruzadas y una tierna cara, esperaba sentada en la silla de la oficina de aquel hombre viejo qué era manajer de la tailandesa.

La puerta se abrió, dejando ver a una Lisa arreglada, con botas negras, jeans ajustados, chaqueta de cuero, camiseta blanca y el pelo ondulado cayendo por sus hombros. Jennie pensó que estaba viendo un demonio disfrazado de ángel, pensó que tal vez Lisa era enviada para llevársela al infierno.

Se tuvo que contener para no lanzarse encima de esa chica y hacerle el amor ahí mismo, hacerle todas las cosas sucias y retorcidas qué tenía en su cabeza. Quería oírla gritar su nombre, gemir, pedir qué pare o pedir por más. Verla sometida, amarrada a su cama desnuda y rogando qué la tocara, verla sufrir por los latigazos pero también gozar por ellos.

Quería tenerla solo para ella.

- Hola Lisa, al fin llegas - Saludó de mala manera el hombre, Jennie salió de sus pensamientos al oírlo hablar.

- Yo... Me levanté un poco tarde y el tráfico me detuvo en el camino, lo siento - Sé disculpó.

- No te disculpes conmigo, disculpaté con ella - Señaló a la chica "inocente" qué estaba esperando. Jennie.

- Hola, ¿eres mi nueva asistente? - Cuestionó la mujer alta.

- Así es señorita Lisa, haré todo lo que usted me ordene - Sé levantó de su asiento y se inclinó en forma de reverencia, sonrió de lado al inclinarse.

- Mucho gusto, ¿tu nombre es...? - Trató de completar la última frase pero no sabía el nombre de la chica que estaba ahí.

- Jennie. Mi nombre es Jennie, es un placer - Extendió su mano para que Lisa la tomara.

Gustosa la tomó y ese fue su primer contacto, el cual desearía qué no hubiera pasado.

𝖘𝖙𝖆𝖑𝖐𝖊𝖗 ~ 詹利薩 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora