Lisa caminaba con pasos apresurados, soltando suspiros frustrados al no encontrar a Jennie por ningún lado.
Tenían que irse de aquel lugar, Lisa había comprado una propiedad en la isla Jeju y tenía que encontrar a Jennie para que esta hiciera la transacción del dinero pero no aparecía por ningún lado.- ¿Donde se pudo meter esa chica? - Se preguntó a si misma.
Recorrió todos los pasillos de aquel lugar, la música clásica retumbaba por cada rincón, dándole un toque tétrico. Las pinturas renacentistas decoraban cada pasillo solitario, el eco qué producía debido a cada paso que daba con sus tacones daba la sensación de estar en una película de terror qué a Lisa comenzaba a darle miedo.
Caminaba despacio, tratando de concentrarse en las personas que pasaban por ahí, esperando que fuera Jennie y al fin poderse ir de esos pasillos tan tétricos.
Escuchó unos sollozos en el salón, donde había un piano muy lujoso. Lisa estaba dudosa de si entrar o no pero la curiosidad le ganó y decidió entrar, encontrándose con aquella chica pelinegra llorando tapando su cara con sus rodillas.
Lisa se acercó inmediatamente, agachándose para quedar a la altura de Jennie.
- Jennie, ¿estás bien? - Preguntó alarmada.
Jennie alzó su mirada y tenía un golpe en la altura de la cien del cual brotaba sangre, al igual que de su labio.
- Lisa... - Sollozó Jennie, acercándose a Lisa para abrazarla.
Lisa se tensó un poco ante el contacto pero recibió a Jennie entre sus brazos, acariciando su pelo, no sabía que pasaba pero Jennie parecía muy lastimada.
Jennie por otro lado, sonrió victoriosa al saber que su plan estaba funcionando a la perfección.
Tuvo que estrellar su cabeza contra un cristal y golpear su labio con una botella pero no le importó, con tal de tener a Lisa para ella sola era capaz de cualquier cosa.Trataba qué sus sollozos fueran más altos y que se escucharan muy dolorosos para que el corazón de Lisa se apretara.
- J-Jennie, ¿estás bien?, ¿que te pasó? - Lisa se separó del agarre fuerte qué Jennie tenía en ella para verla.
- U-Un hombre trató de... De... - Trataba de explicar y Lisa entendió en seguida lo que quería decir.
- ¡Oh dios mío! ¿Y no te hizo nada? - Su voz sonó preocupada.
- N-No, solo me golpeó por no querer estar con el - Soltó sus lágrimas falsas más fuerte que antes.
- Bueno, tranquila, lo bueno es que no te hizo algo peor. Ven, le diré a mi chófer que te lleve a casa - Lisa se levantó pero un brazo la detuvo.
- Yo... Traje mi auto, no quiero dejarlo aquí, ¿podrías llevarme a mi casa en el?, por favor - Hizo un puchero disimulado usando todos sus encantos para que Lisa cayera a sus pies.
Después de dudarlo un poco, Lisa aceptó y termino subiéndose al auto de su asistente para llevarla a casa, ¿loco no?. Sabía que si manajer la mataría por salir sin guardaespaldas y sin su chófer.
Ahora estaba conduciendo rumbo a casa de Jennie, esta le dio la dirección y ahora estaba dormida en el asiento del copiloto o eso era lo que creía ella.
Lisa observaba como el vestido de Jennie se subía poco a poco, hasta el punto en el qué se vieran ligeramente sus bragas. Pasó saliva con dificultad y trató de alejar la vista pero simplemente no podía, aquella piel parecía tan suave y tersa qué solo le daban ganas de tocar y sentir la suavidad bajo su tacto.
Jennie subía su vestido disimuladamente para que sus muslos se notasen y Lisa tuviera una mejor visión de ellos.
Fingía estar dormida pero en realidad estaba disfrutando las pequeñas miradas qué Lisa le daba de ves en cuando en los semáforos.
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𝖘𝖙𝖆𝖑𝖐𝖊𝖗 ~ 詹利薩 ~
FanfictionTodos tenemos un crush con algún famoso ¿cierto?, pero, ¿cual es la línea qué separa el ser fan de alguien con la obsesión?. Jennie es una chica socialmente extraña, no habla con nadie y es solitaria, solo es una universitaria. Lalisa Manoban es una...