Tranquila Kiara

Capítulo 03.

CAPÍTULO 3: IRIS.

La ví en pijama de color gris que favorece al tono blanco de su piel. Con pelo negro y rizado recogido en un moño alto y alborotado. Su cara pintada de negro por la mascarilla de carbón. Natural como siempre.

Quería abrazarla. Necesitaba ver a kiara y no a través de una pantalla.

- ¿Qué pensaste la primera vez al verme?

Más bien, el que no pensé.

- Una enana

- ¡Oye!

- Si es verdad y lo sigues siendo.

Sus ojos me miraron. 

- No, ahora te digo en serio. La verdad no soy de fijarme mucho la primera vez en alguien pero tu me llamastes la atención.

- Espero que para bien.

- Depende de como lo mires. Eres la pija del instituto.

- Era.

Rectificó quejosa.

- Agradable cuando hablaba contigo.

Y cabezona.

- Que mona

- No era. ¿Y yo a ti?

- Diferente.

- Ser diferente es bueno.

- Eras tú.

Un poco de vergüenza entró en nosotras y decidí cambiar de tema para compensar.

- El otro día encontré fotos nuestras antiguas. Merece la pena verlas y te las voy a mandar.

Y tanto que merecían la pena.

- No te creo. Salía horrible.

Siempre estuvo preciosa.

- Yo sigo viendo el video de como abrir una tarrina de helado de chocolate. Exijo un nuevo tutorial de... cómo abrir algo por la noche sin que tus padres se enteren.

- Soy capaz de hacerlo.

- Y si lo publicas sería la bomba.

- Tengo reputación y ese video si lo subiese cambiaría muchas cosas.

- ¿La reputación de hacker?

- Hacker profesional de la NASA.

Nos gustaba hacer volar la imaginación.

- Deberíamos cambiar eso de que nuestras últimas fotos fueron tomadas hace más de un año. Hemos cambiado un poco.

- Ya te digo.

Hacía un rato que nos despedimos y sea urgente o no, que no dudara en llamarme fue lo último que dije antes de colgar.

Eran las 2:30 de la madrugada y tenía hambre. Fui a la cocina a prepararme un bol de leche con cereales de chocolate que me lo comería viendo Riverdale.

Acabé la serie y no tenía sueño. Cogí papel y boli para ponerme a escribirle una carta para dársela algún día. No me gustan los textos cursis y escogí decir algo sencillo y que le gustara. Puse música de Pole y empecé.

Solo faltaban los últimos retoques y listo. Mañana en clase de historia la terminaré además de hacerle el sobre y quede ya todo completo.

Satisfecha, la guardé en la mochila.

Me lavé los dientes, me puse las fundas dentales con destino a caer redonda a la cama.

Entré en sueño de una pesadilla.