Cambio de planes.

James y Johnny Rogers Stark

Capítulo 13.

Tony miró con una sonrisa a sus dos cachorros.

Eran lo más perfecto que sus ojos habían presenciado. Eran tan preciosos.

—Son hermosos. —Peggy miró emocionada a las dos personitas—. Muchas felicidades.

Tony asintió débilmente. Sentía su cuerpo cansado y laxo. Había sido un parto complicado por el poco material médico en la zona.

—Puedes descansar sin cuidado. —Margaret supo enseguida como se sentía Tony—. Los vigilare. Lo prometo.

Anthony le sonrió agradecido. Miró a sus bebés en la camilla improvisada y suspiro.

Fue una verdadera sorpresa el nacimiento por doble partida, pero eso sólo aumentó su felicidad. Tenía dos pequeños soldados.

—Gracias, tía Peggy. —Dijo en un estado de semi inconsciencia.

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En el momento que Steve piso el campo militar, supo de las grandes noticias. Dejó el escudo con James y corrió al encuentro de su Omega y sus cachorros.

Al entrar a la tienda donde las enfermeras normalmente se encontraban, ante él, se presentó la imagen más hermosa que jamás imagino ver.

Tony, con ayuda de Peggy, trataba de cargar a dos pequeños bultos.

Su corazón de aceleró y unas inmensas ganas de llorar lo atraparon.

—Steve... —Los ojos del castaño al fin lo enfocaron. Le regalo una preciosa sonrisa—, bienvenido.

Peggy le sonrió al Capitán con orgullo.

—Bueno... —Margaret se aseguró de que Anthony tuviera bien sujeto a los bebés—, me retiro. —Camino a la salida y el sonrió al rubio—. Felicidades, Steve. Sé que serás un estupendo padre.

Rogers la miró con lágrimas en los ojos, agradecido por su palabras.

Cuando estuvieron solos, Steve se acercó al castaño. Este lo miraba con expectativa, esperando cualquier palabra.

—¿Quieres cargarlos? —Stark miró a sus bebés—. Son más pesados de lo que aparentan.

Tímida y torpemente, Steve se acercó y estiró sus brazos. En medio de maniobras, el soldado logró cargar a sus dos cachorros.

Ambos tenían una matita de cabello rubio.

—Tony, son... —Stevie comenzó a llorar mientras una sonrisa se dibujo en sus labios—, son perfectos, hermosos, son... Tony, muchas gracias.

Tony lloro con Steve mientras veía como este los arrullaba con tanto cariño y amor. Era una imagen que quería grabarse para toda la vida.

Tony era tan feliz.

—Ambos son varones. —Anthony rio—. Tenemos que pensar en nombres.

Steve no dejaba de ver enamorado a sus dos bebés.

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—¿James? —Bucky aguanto las lágrimas— ¿Es en serio?

—Totalmente. —Steve no dejaba que su sonrisa se apagará por ningún motivo—. Será el pequeño James.

Buchanan se trago las lágrimas y abrazo con emoción al rubio. Uno de sus pequeños sobrinos llevaría su nombre y eso no podía hacerlo más feliz.

—Un brindis. —Los comandos aulladores levantaron sus tarros de cerveza—. Por los cachorros de nuestro gran Capitán.

—¡Salud!

En el pub todo era risas y felicitaciones.

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—¿Johnny? —Peggy sonrió al cargar a uno de los pequeños rubios—. Es un nombre grandioso.

Tony asintió mientras vestía al pequeño James. Sus bebés eran unas bolitas lloronas y babeantes.

—Gracias por estar conmigo. —Tony miró a Margaret—. De verdad no sé qué hubiera hecho yo solo.

Peggy le regalo una sonrisa cariñosa. En ese tiempo, se había hecho muy apegada a Tony. Bajo la mirada y penso en el extraño y cálido apelativo de tía Peggy, pero decidio omitirlo.

—No tienes nada que agradecerme. —Peggy, aún con Johnny en brazos, fue hasta el Omega.

De repente, el pequeño que estaba con la mujer comenzó a llorar a todo pulmón. Johnny había resultado ser más inquieto que James.

—Oh. —Peggy vio al bebé buscar comida—. Creo que alguien tiene hambre.

James, en brazos de Tony, también comenzó a llorar.

—Les daré de comer. —Anthony miró con pena a la mujer—. Yo, bueno...

—Entiendo. —Margaret beso la frente de ambos niños—. Si necesitas ayuda...

—No te preocupes. —Anthony suspiro—. Lo tengo todo controlado.

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Steve al principio no dijo nada sobre el asunto; entendía que Tony podía sentirse pudoroso cuando se trataba de darle de amamantar a sus cachorros.

Pero eran pareja, tenían hijos; Steve comenzaba a sentir una ligera molestia ante lo esquivo y celoso que era Tony cuando se trataba de verlo desnudo de la parte superior.

Suspiro tratando de borrar los pensamientos negativos. Acaba de llegar de otra de sus misiones y lo último que quería era pelear con Tony.

—Amor, ya... —Al abrir la puerta, vio a Tony mirándose el torso desnudo.

Dejó su escudo caer mientras Anthony se cubría el círculo brillante que tenía entre los pectorales.

—¡Steve!

Vio el miedo y pavor en la mirada del Omega. Steve se sentía aturdido.

¿Qué era eso que tanto cubría su Omega?