Pepper Potts

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Capítulo 20

Pepper corrió por los pasillos importandole poco como pudiera lucir. Empujó a trabajadores que se le cruzaban y pidió disculpas torpemente mientras seguía avanzando.

Cuando llegó a la habitación, aspiro una gran cantidad de aire. Miró la madera enfrente de ella, sus manos temblaban y tenia unas increíbles ganas de llorar.

Juntando el valor necesario, tomó la perilla y le dio la vuelta.

—Estoy bien, ya te lo dije, solo fue... —Rhodey y Tony voltearon a verla.

Anthony la miró con sorpresa para después sonreír feliz.

—Pepper... —El Omega la miraba atentamente.

Virginia sintió sus ojos arder. Tony estaba ahí, vivo, con unos cuantos moretones, más delgado, y si mal no recordaba, más definido. Aún con la apariencia cansada, Tony mantenía un brillo natural.

Anthony estaba tan atractivo.

—Tony... —La Alpha corrió hasta el Omega y lo abrazo con fuerza.

—Ugh, señorita Potts. —Tony rio—. No recordaba que tuvieras tanta fuerza.

—Tony, te he extrañado tanto. —La mujer tomó el rostro del castaño—. Te he buscado como loca, incluso contrate al doctor Banner para fabricar una máquina y tú...

—Tranquila, Pepper, tranquila. —Rhodey la alejo un poco del Omega—. Tones necesita descansar.

Tony no dejaba de sonreír.

—También te extrañe Pepper.

—Tony, ahora que estas aquí el mundo se volverá loco. Hace mucho que te dieron por muerto. —Pepper estaba emocionada, que sin saberlo, se acercó de nuevo al castaño y lo tomó de la cara acariciando sus mejillas.

—Sobre eso... —Tony se quito las manos de la Alpha algo incómodo—, necesitamos hablar algunas cosas, pequeños detalles en realidad...

Un par de lloriqueos llamaron la atención de Pepper y Rhodey.

—¿Qué...? —Pepper miró a su espalda y noto la cuna detrás. La emoción la había cegado.

—Bueno, tal parece que Tony no vino solo. —Rupert carraspeo.

Virginia se congeló en su lugar.

—Son mi cachorros, Pepper. —Aclaro Tony observando su reacción.

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Virginia miró a Tony entrar a la gran sala de la torre Stark. Este mantenía a dos pequeños infantes en una carreola doble.

Lo vio reír y besar a los pequeños mientras los cargaba y los ponía en el sofá con él.

La Alpha percibio el aroma a leche y una extraña combinación de olores; Era de Tony y seguramente del Alpha padre de los niños.

—Supongo que quieres explicaciones. —Tony no la miraba, estaba muy atento a que sus hijos no calleran del gran sillón—. Y las tendrás, pero necesito que primero los conozcas.

Pepper se sentó algo alejada del Omega y sus crías. Miró curiosa a los bebés. Ciertamente eran preciosos.

—Él es Johnny. —Anthony cargo al rubio más inquieto—. Es el mayor por dos minutos. —Comentó riendo.

Pepper se acercó recelosa para cargar al pequeño que Tony le ofrecía. Este olisqueo el aire, acostumbrándose al nuevo aroma.

—Es un galán, así que no caigas en sus encantos. —Anthony cargo al otro niño rubio—. Él es James. Es el menor.

El bebé en brazos de Tony cerraba sus ojitos con sueño. Era bastante perezoso.

Pepper sonrió al ver la tierna escena. Era adorable; no, eran adorables. Ambos niños tenían los ojos azules, cabellos rubios –James un poco más oscuro–, además de hermosas sonrisas.

Ciertamente, James tenía más parecido con Tony que Johnny.

—Son hermosos. —Virginia miró al niño en sus brazos—. Realmente son preciosos.

Tony sonrió mirando a James. Suspiro recordando su repentina tristeza.

—Sé que la viste. —Anthony se bajó el cuello de la camisa—. Apuesto a que no lo esperabas.

Potts bajó la mirada evitando ver la marca. Claro que la había visto, después de ver a los cachorros se dio cuenta de la gran marca en el cuello de Tony; como si esta le restregara en la cara que Anthony era un Omega ajeno.

Y dolió, de alguna manera.

—¿Él fue...?

—Steve Rogers. —Tony arrullo a su hijo—. Capitán América.

Pepper lo miró sorprendida. No podía creer lo que le decía. Entonces, una idea aterradora llegó a su cabeza.

—¿Él te forzó? —Virginia podía sentir la ira subir por su cuerpo.

—No. —Sentenció Tony con agresividad en la voz—. Steve jamás haría algo como eso.

La Alpha miró al pequeño Johnny. El bebé tenía que parecerse a su padre.

—... Te enamoraste. —Susurro la mujer cayendo en cuenta.

Tony no tendría cachorros a menos de que realmente quisiera a la persona con la que se vínculo. Cuando ellos planeaban casarse, Tony dejó muy en claro que un embarazo no estaba en sus planes.

Y ahora tenía dos cachorros. Dos hermosos hijos.

—Lo hice. —Tony sonrió triste—. Lo amo, en realidad. Él... Era mi Alpha destinado.

Pepper asintió con una pequeña sonrisa.

Ambos se sumieron en un pequeño silencio mientras James dormía y Johnny miraba curioso por todos lados.

—¿Cómo fue posible? —Pepper observó a los dos pequeños—. Si ellos nacieron en esa época, ¿no afectará a la de ahora?

—No lo sé. —Tony se agarro la cabeza y nego—. Estoy aterrado, Pepper. No quiero despertar un día y ver que ya no están.

Virginia sintio la misma desesperación del Omega. Tomó su mano y le brindó un apretón transmitiendole apoyo.

—Conozco alguien que puede ayudarnos. —Pepper le sonrió al castaño.

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—Creí que había muerto después de cumplir su misión. —Natasha se cruzo de brazos.

—Tony es realmente difícil de matar. —Fury la miró desde su asiento—. Lo realmente curioso fueron los dos niños.

—Parece que el señor Stark tardo por gusto. —Bruce carraspeo—. La señorita Potts no se lo tomará nada bien.

—Potts tenía salidas ocasionales con un tal Strange. —Romanoff se encogió de hombros—. Pero eso no es lo importante. ¿Esos niños afectarán a nuestro tiempo?

—No tengo ni la menor idea. —Fury suspiro cansado—. Manténganse al tanto. Tengo asuntos que atender, así que no podré vigilar a Stark.

—¿Asuntos?, ¿qué clase de asuntos? —Preguntó sin miedo la pelirroja.

—Hace no mucho se retomo el proyecto de Howard Stark. —Nick sonrio—. Buscaremos el escudo.

Cambio de planes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora