NO TAN HETEROSEXUAL [ CHAELISA ]

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Sí, bueno, la idea era que Lalisa la distrajera y yo pudiera estar a solas con Suho...

¿Entonces por qué estábamos los cuatro en la misma mesa, mientras Jennie era el centro de atención?

Las cosas parecían haber salido al revés, pues Jennie era la que estaba distrayendo a Lalisa, haciéndola reír, no sólo a ella, sino también a mi cita.

—Les juro, ese día acabé muy ebria, entonces esta policía, que diría no tendría más de veintiuno o por ahí, incluso creo que era novata; y le muestro-

—¿Esta historia tiene algún final? —sonreí con falsedad—. Porque de verdad me está dando sueño oírte.

—¿Te estás aburriendo? —Suho me miró con ojitos tristes.

¡No, bebito!

—Para nada, guapo. Sigamos escuchando, está entretenido.

Él sonrió y asintió.

—Sí. Mi hermana siempre cuenta buenas anécdotas.

—Es verdad, Jennie, continúa —dijo mi amiguita.

Lalisa estás ganando todos los números en la lotería de patadas al trasero.

Jennie continuó.

—Y me dice, "te veo tan ebria que si le tomo la prueba de alcoholemia a tu foto de carnet, seguro da positivo", fue tan estúpido, pero aún así me reí.
Esa policía contaba los chistes más tontos, lo confirmé cuando me llevaron y tuve que pasar la noche en la estación.

—Woah, ¿y nunca la volviste a ver? —y Lalisa seguía dándole letra.

Vamos amiga, ¡cartón lleno!

—Lastimosamente no, y realmente me gustaba. Tenía unos hermosos labios gruesos y un cabello tan negro como mis ojos.

—Tu alma, mejor dicho —murmuré. Sólo Suho me oyó y soltó una risita baja.

—No me dijiste cómo la estás pasando tú —preguntó.

—Fantástico, seguro.

—Estás siendo sarcástica —puchereó—. Jennie es sarcástica, se parecen más de lo que creen —agregó con diversión.

Me acerqué un poco a él.

—Lo único que podríamos tener en común, es lo mucho que te queremos.

—Oh...

—¿Qué tal si salimos a dar un paseo?

—Jennie se dará cuenta...

Tomé su mano.

—Entonces seamos traviesos y corramos a la cuenta de tres, ¿sí?

—Nos perseguirá.