NO TAN HETEROSEXUAL [ CHAELISA ]

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No tenía claro si estos nervios eran por lo estúpida que me sentía por no saber que hoy era su cumpleaños, o porque esta noche me quedaría con ella.

Toqué la puerta.

—¡Lalisa! Pensé que no vendrías —Jieun me atendió.

—Ahm, Chaeyoung me invitó a quedarme esta noche, ¿no le dijo?

—No, ella estuvo bastante entretenida hoy... O bueno, más bien Hye tomaba mucho de su energía —me hizo pasar y cerró—. Oh, ¿trajiste pastel?

—Sí, quería por lo menos traer algo —se lo entregué—. Aunque todavía sigo pensando un buen regalo para ella.

—Creí que no sabías que era su cumpleaños.

—No, no lo sabía, me enteré hace un rato —rasqué mi nuca—. Jieun, perdón, debería ser más atento con ella.

Movió su mano, restando importancia.

—No te preocupes, estás aquí, y no volverá a pasar, así que... ¿Cenaste ya?

—No, la verdad es que estuve muy ocupada todo el día. ¿Ustedes?

—Nosotros comimos chatarra todo el día. Hyeri vino desde temprano, algunos familiares pasaron un rato, y después también estuvieron Jisoo y su noviecito —Aish, Jisoo, ¿por qué no me avisaste que era cumpleaños de Chaeyoung?—. Pero estaba pensando en comer algo más que sólo chatarra, así que pediré unas pizzas. ¿Te gustan?

—Sí, me gustan, gracias.

¿Sí sabe que es comida chatarra también?

—Bien, las pediré. Oh, puedes subir, creo que Chaeyoung estaba durmiendo un poco, pero quizás ya haya despertado.

Asentí y subí las escaleras para ir a su habitación.

Abrí con lentitud para no molestarla en caso de que estuviera durmiendo todavía.

Okey, Jieun nunca me dijo que Hyeri seguía aquí. Tampoco me dijo que iba a estar durmiendo en cucharita junto a Chaeyoung.

Cerré la puerta de un portazo y ambas se sobresaltaron.

—¡Lisa! —Chaeyoung sostuvo su pecho—. Qué susto me diste.

—Por dos —Hyeri se sentó y fregó sus—. ¿Qué hora es?

—Casi las nueve, ¿no deberías ir a tu casa? —pregunté.

—¿Ah? No, me quedo a dormir aquí por hoy —Chaeyoung miró hacia abajo. Ella se levantó y estiró—. Voy al baño, chicas, aprovéchenle —le di paso y salió.

Miré a Chaeyoung.

—No me dijiste que también la habías invitado.

Alzó la vista.