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Takemichi se encontraba en su clase de matemáticas, estaba distraído desde que la clase había empezado, se sentía enfermo aunque el único síntoma que tenía era el dolor de cabeza que lo estaba persiguiendo desde hace ya tres días, la vez en la que miro a sus mayores.

—¡Takemicchi, psst, Takemicchi! –fué algo así entre un grito y susurro lo que había escuchado.

Dirigió su vista hacia el exterior de la clase, encontrándose con un chico de cabello negro a la altura de sus hombros, quizá un poco más largo.

—¿Estás libre? –preguntó, bajando un poco al ver que el profesor había volteado hacia los alumnos.

Takemichi mordió su labio para evitar reír a lo que aquél chico había hecho, presto atención a la pizarra al escuchar que el profesor estaba dejando tarea.

Minutos después, escucho lo mismo pero ahora proveniente de una voz conocida.

—Takemicchi, ¿te gustaría acompañarnos al parque de diversiones? Iremos Baji-san y yo, tu también si aceptas, –Chifuyu dijo en un susurro.

A Takemichi se le iluminaron los ojos al escuchar "parque de diversiones", comenzó a escribir lo más rápido que su pobre y pequeña mano le permitía, sabía que si terminaba simplemente podría tomar su mochila y salir de la clase para no aburrirse ni molestar a los demás.

Así lo hizo, al terminar de escribir, guardo su libreta junto a sus lápices y colores, acomodándolos bien para tomar su mochila y salir corriendo de la clase. Al salir se encontró con Chifuyu junto al chico que lo había llamado primero.

—Hola, compañero, –Chifuyu sonrió.

—Hola, Chifuyu-San –dijo Takemichi, para acercarse un poco. —Y... hola amigo de Chifuyu-San, –dijo e hizo una reverencia leve.

—Hola, Takemichi, –el pelinegro sonrió. —Entonces, si irás con nosotros al parque de diversiones, ¿verdad? –preguntó con una sonrisa de autoconfianza.

Takemichi asintió con una sonrisa, —Si, no tengo nada que hacer en casa, así que puedo ir con ustedes.

Los dos asintieron, Chifuyu se acercó y tomo la mochila junto a la mano de Takemichi para después comenzar a caminar.

Después de todo, no había Sido tan difícil convencer a el pequeño Takemichi, dió una leve sonrisa al notar que el menor miraba las diferentes casas, era una ruta distinta de la que daba a su casa, pero no sé quejo.

Confiaba en estás dos personas.

20 minutos después.

Los tres se detuvieron enfrente de una casa, Takemichi la miro detalladamente, era muy linda, pero... ¿no se suponía que irían al parque?

Tomo un poco más del jugo que Baji le había comprado, Chifuyu se acercó a la puerta y tocó el timbre de este, escuchando un "Espera, ya voy" desde adentro.

Luego de cinco minutos, más o menos, la puerta se abrió dejando ver a una chica de estatura mediana, con el cabello largo y rubio, era una chica linda.

—Oh, Chifuyu... ¿Así que si acepto? –dijo para después dirigir su vista hacia el pequeño Micchi.

El pequeño se colocó detrás de Chifuyu, no se sentía tan en confianza con la chica que recién había salido.

—Parece que no le agrado mucho, –dio una suave risa.

—No es eso, quizá está cansado, hemos caminado mucho... ¿Los demás ya están listos, Emma-chan?

Emma asintió, haciéndose a un lado para que los tres que aún se encontraban afuera pudiesen entrar. Baji entro primero, seguido de Takemichi y Chifuyu al último para darle confianza al más pequeño.

Hello again, "crybaby hero". |Tokyo Revengers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora