-Oni-san, -dijo el pequeño al dirigirse al que estaba frente a él. -¿Ustedes saben sobre mi?
-Ah, yo sé más que ellos, -dijo con una sonrisa. -Hola de nuevo, héroe llorón.
((Takemicchi God supremacy. 🛐))
-Historia basada en una pub...
Los ojos curiosos del menor brillaron cuando logró visualizar el mar a lo lejos, llevaban algunas horas en la carretera y a decir verdad, ya se estaba aburriendo un poco también empezaba a sentir hambre. Ya eran más de las 3 de la tarde en realidad, dio una sonrisa olvidando aquellos pensamientos y mirando los autos que iban a la misma dirección a la que ellos iban.
Quizá irían a celebrar algún logro, es decir, nadie visitaría la playa en ese tiempo, la nieve aún caía pero no era mucha como para preocuparse. El camino se visualizaba perfectamente, aún con las nubes cubriendo al sol, pero no se preocupaban por ello, según el radio, no habría ninguna tormenta de nieve en esta semana.
—Takemichi, ¿quieres un sándwich? –preguntó Atsushi al menor. —Realmente me gustaría ofrecer algo más, pero al parecer es lo único que hay –dijo antes de soltar una ligera risa.
El menor se encontraba perdido en sus pensamientos que ni siquiera se había dado cuenta de que había sido llamado, Takuya dio una suave risa antes de tocar el hombro del menor captando rápidamente su atención.
—Hmm, ¿qué sucede? –preguntó, aquellos ojos azules brillaron con curiosidad una vez más. —¿Ya casi llegamos? –volvió a preguntar para después dirigir su mirada al espejo retrovisor, mirando como Ken daba una rápida mirada al espejo y le sonreía.
—Si, llegaremos en unos... 40-45 minutos, ¿te gustaría comer algo?
Takemichi pareció pensarlo un poco antes de negar, —No tengo tant... –la mentira fue captada sin realmente haberla terminado, debido a que su propio estómago lo traicionó soltando un gruñido, como si una presa estuviese dentro de él.
Takemichi mordió su propio labio y bajo la mirada, sintiéndose extremadamente tímido. Una risita lo obligó a mirar a la persona que había hecho tal sonido, encontrándose con unos ojos celestes que lo miraban divertido.
—No tienes que fingir no tener hambre, compañero –dijo Chifuyu. —Es normal que un niño de tu edad tenga demasiada hambre, aparte es esencial para tu crecimiento...
Baji interrumpió a Chifuyu, —Es esencial en tu crecimiento, aparte.... Necesitas estar fuerte para seguir nuestro ritmo, ¿no te gustaría ser tan genial como nosotros?
Takemichi dio una sonrisa, el sonrojo de sus mejillas aún no se había disipado por completo, luciendo extremadamente tierno cuando dijo:
—Si me gustaría ser tan genial como ustedes, me gustaría... dos sandwiches –dijo con una sonrisa.
Atsushi asintió antes de entregar los dos sandwiches a Takemichi.
Manjiro sonrió aún con los ojos cerrados. Si Takemicchi quería ser tan genial como él, le tocaba enseñarle algunos secretos entonces.
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Cuando Draken estacionó la camioneta en la casa que habían rentado, realmente no le sorprendió ver las otras tres camionetas estacionadas allí. Ellos habían sido los últimos porque Draken había decidido hacer algunas paradas para que el pequeño Takemichi pudiese disfrutar de la nieve y que no se aburriera por el largo viaje.
