Kinktober AkaFuri

1.-Blowjob

Advertencia: Muy corto, tal en un futuro lo edite. 
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A pesar de la apariencia inocente de Furihata, tenía sus propias manías y preferencias. Y solo su novio lo sabía muy bien.

En un principio el de cabello castaño era bien tímido con respecto a todo lo que tuviese que ver con el sexo, sin embargo, al pasar el tiempo con su pareja y con la practica ambos descubrieron que tenían algo que amaban hacer, en el caso de Kōki era el blowjob o sea darle sexo oral a su pareja. Eso lo excitaba bastante, amaba hacerlo porque tenía a su amado a su merced y a la vez este estaba sometiéndolo cuando se movía dentro de él. Incluso tragaba goloso el semen ajeno como si realmente tuviese un buen sabor, pero era solo por lo excitado que se ponía por ello.

A veces aprovechaba Furihata cualquier instante en que pudieran estar solos para poder darle una felación a Akashi y disfrutaba demasiado aquello. A veces lo visitaba a su trabajo solo para tener un tiempo y poder hacérselo. Incluyendo ponerse abajo del escritorio cerrado para saborear aquel miembro salado mientras este conversaba con unos socios de la empresa tratando de no hacer algún ruido que lo delatase, pero si lograba que su pareja hiciera al menos un quejidito o un suspiro de gusto sin poder evitarlo a pesar de su enorme fuerza de voluntad, eso era para él una ganancia enorme.

Aunque después era Akashi quien se la cobraba a Furihata con sus propios fetiches sucios y pervertidos.

A Kōki no le molestaba en absoluto, pero si había algo con lo que le gustaba empezar era un buen blowjob. Sobre todo, cuando Akashi parecía querer enterrarse dentro de su garganta casi cortándole el aire por unos instantes, el solo se dejaba llevar lamiendo y recorriendo con su lengua todo el pene grueso y bien erguido de su pareja, acariciando, chupando sus testículos, cerrando bien su boca alrededor de aquella extensión de carne que lograba poner bien dura, a veces lamia la punta del glande con lujuria hasta ver preseminal o hasta que el semen saliera disparado.

Su propio pene se endurecía cuando chupaba el pene de su pareja. Akashi lo sabía así que solo aprovechaba de disfrutar de su amado, a veces en el 69 o simplemente dejándose llevar por lo que quisiera hacerle en ese momento. No importaba si era algo brusco con él, Furi solo ahogaba un gemido o chupaba con más entusiasmo aferrándose a su entrepierna como si temiera ser separado de lo que hacía.

Akashi amaba ver los ojos deseosos de Furihata cuando chupaba de esa manera, era tan deliciosamente sexy.

Incluso cuando se casaron Furi seguía muchas veces haciéndolo a veces apenas despertaban. No había nada mejor para empezar el día que una felación.