Capítulo 9

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-Kendall, a mi oficina--- dice Hank a penas me ve llegar

-siento que me están llamando a la oficina del director cuando estaba en preparatoria--- digo cerrando la puerta como me indico que hiciera

-recibí una queja de parte del jefe-

-sí... bueno, el jefe se queja mucho, deberían decirle don quejón-

-Kendall no puedes ir por ahí insultando a los jefes, tuviste suerte de que no te sancionara-

-¿y qué quiere que haga, sargento? Que me quede sentada y de brazos cruzados mientras homicidios; que es la unidad que tiene la fama de nunca resolver los casos, los archiva y listo, decide si la vida de mi hermana está en riesgo o no, disculpe pero no puedo-

-te entiendo, pero la próxima vez si te va a sancionar-

-no se preocupe, que para la próxima vez se lo diré con más amor, y si me disculpa iré a trabajar, y dele un mensaje de mi parte al jefe, dígale que mande a decir yo, que deje de ser tan quejón que cuando se jubile le regalare una placa que diga "felicidades, don quejón"--- dicho eso salgo de su oficina y me siento en mi escritorio

-¿todo bien?--- pregunta Hailey

-todo bien, no te preocupes, tenemos papeleo que hacer-

-de hecho no--- sale el sargento de su oficina--- encontraron un cuerpo... José Barrio-

-¿en dónde?--- pregunta Hailey tomando su chaqueta para irnos

-Canaryville-

Todos nos dirigimos a nuestros autos y salimos directos a la escena del crimen. Pasados 30 minutos llegamos, nos bajamos de los autos y caminamos a donde está el sargento de homicidios y el jefe Crawford.

-¿Qué dicen los testigos?--- pregunta el sargento

-mujer, cabello negro, la misma del tiroteo de la universidad-

-tenían que haberla atrapado ayer--- nos dice el jefe a nosotros

-¿perdón? Como se atreve a echarnos la culpa, cuando fue usted quien decidió arrebatarnos el caso--- digo

-Kendall--- dice el sargento en modo de advertencia

-no, Kendall nada, ese chico inocente murió por su culpa y por pagar los crímenes de su padre, 21 inocentes murieron, la sangre de esa gente está en sus manos--- me acerco al jefe y lo golpeo en el pecho con un dedo-

-no entiendo porque le importa la vida de los negros-

-dígame que no dijo eso, ¿usted cree que la vida de ese chico valía menos que la de usted por ser afroamericano?, no sea imbécil, la vida de muchas personas valen más que la de usted y yo no se lo digo-

-no me haga quitarle la placa, detective-

-¿quiere mi placa?... tómela--- me la quito y se la entrego- y sabe que... púdrase y vallase al diablo-

Detective Kendall (Chicago P.D) (Jay Halstead)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora