Querido Alec. El momento que me di cuenta de que tenía que juntar fuerza para dejarte ir fue el mas doloroso de todo este proceso y, seguramente, de toda mi vida,
Así empezaba la carta que la joven de cabello rojizo había dejado para Alec; quien, después de respirar para evitar que sus lágrimas siguieran brotando, seguía leyendo con aquellos ojos cristalizados que amenazaban con comenzar una nueva lluvia de lágrimas.
pero ahora que veo la forma en que mi vida solo cuelga de un hilo me ha hecho entender que todo era temporal y me gustaría creer que tú también lo sabías y aun así te quedaste a mi lado.
El cuerpo del chico se tensó y sintió como un escalofrío recorría toda su espalda; recordaba perfectamente que él había aceptado estar a su lado para cuidarla aun sabiendo el final de la historia, pero no había pensado en lo doloroso y rápido que habría de ser ese final.
Espero que entiendas la razón por la que no te contacte estos últimos días, tenia miedo; pero sin importar eso, creo que tienes que saber que realmente te amo, mucho más que a un día lluvioso o un pastel recién horneado, incluso más que el atardecer que vimos juntos.
Alec arrugó con dolor la carta que sostenía entre sus temblorosas manos mientras pronunciaba entre balbuceos y sollozos cuanto odiaba no haber estado junto a ella en esos últimos instantes, pronunciaba maldiciones y juramentos de amor ya que era consiente sobre la situación; no volvería a disfrutar del calor de sus besos ni la suavidad de sus caricias, se obligo a calmar su dolor y siguió leyendo.
Hay muchas cosas que me gustaría decirte, muchas más de las que alguna vez podrías imaginar, pero no tengo palabras para explicar todo, no sé como tuve la insensibilidad de pedirte que estuvieras conmigo y dejarte de esta forma, no había pensado en el gran peso que tendrías que cargar cuando yo ya no me encontrara en este mundo, realmente me disculpo con toda mi alma, pensar que solo me quedan días o incluso horas me hace desear tenerte a mi lado pero me da miedo el dolor que te pueda causar estar en ese último momento. Alec, te amo, fuiste, eres y siempre serás mi primer y único amor, en esta o cualquier otra vida.
Su llanto empapó el papel y sus gritos de dolor se escuchaban en aquella tormentosa noche y en ese frio hospital, el joven lloraba desconsolado en la habitación donde muchas veces visitó a su amada, su Lucía; la hermosa mujer que a pesar del dolor sonreía para él. Sabia que era el final esperado, sabía que la suerte no estaba de su lado, pero se habían aferrado hasta del ultimo aliento de esperanza que encontraron y, sin embargo, no tuvieron la oportunidad de evitar la tragedia.
Alec se culpaba a si mismo por no haber estado junto a ella en ese ultimo momento, se preguntaba si habría sentido miedo, si se habría ido tranquila, si habría pensado en él o en cambio estaba demasiado asustada para hacerlo, se preguntaba si su corazón se habría ido tranquilo después de dejar aquella carta o si, en cambio, se sintió culpable; todos esos pensamientos lo atormentaban mientras rezaba a su Dios que su amada pudiera estar tranquila en donde sea que se encontrara.
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Cuentos de la Ciudad de lo Perdido
AléatoireA veces cuando pierdes algo, es para siempre, describir esa pérdida no siempre es fácil. Recopilación de narraciones cortas sobre la pérdida. ⚠️ATENCIÓN ⚠️ Algunos cuentos tratan temas como el suicidio, asesinato, discriminación, entre otros. Si er...