-Bueno no es para tanto pero....- voltea Draken a ver a Mikey entendía que estaba mintiendo.- ¡Acabo de salir de la cárcel y no pienso volver!.- exclama serio el de la trenza al entender que tramaba Mikey
-¿Eres virgen?.- interrumpe Mikey a Draken...
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Tengo que detener la pelea de la pandilla Tokio Manji, para poder salvar a Hina. Conocí por coincidencia a uno de los líderes, Sano Manjirou y para lograr eso, tengo que prevenir que esos dos líderes de Touman se conozcan.
—¡Oye no pueden entrar a la escuela así como si nada!.—¿que es ese ruido?, volteo a ver a la puerta principal del salón de clase. Frustrado acuesto mi rostro en la mesa donde estoy. Ahora no tengo idea de que hacer ahora. Evitar que se conozcan es realmente dificultoso si lo piensas bien, ¿cierto?.
—¡Takemicchi!.— se escucha una voz alegre que abre la puerta del salón, abro los ojos sorprendido a ver a Mikey alegre, junto a Draken y _______.— Vamos a Jugar.— habla con su típica alegría el rubio, que persona tan absurda.
—Estamos a mitad de clases.— dijo el profesor en un susurro.
Sin darle importancia Mikey vuelve a salir del salón junto a Draken y _______. Nervioso salí del salón sin decir ninguna palabra pero abro la boca sorprendido a ver a todos los de tercer año tirados en el piso.
—Los noquee, me hicieron enfadar.— comenta Draken como si nada,
—Alinéense todos aquí.— lo dice alegre la de cabello blanco señalado enfrente de ella.— Boca abajo, rápido.— pasa sus brazos atrás de su cabeza causando que su camisa negra se alze un poco hasta llegar a sus costillas. —Oye hay demasiado espacio en medio.— suspira frustrada la chica cerrando sus ojos.
—¿que es todo esto?.— balbuceo confundido viendo a Draken
—¿Eh?, ¿todo esto?, ¿te refieres a la basura?.— señala Draken a los de tercero que ya estaban en fila
En un segundo la chica pisa la espalda del primer chico riendo alegre para así seguirle Mikey y Draken. Justo mis compañeros salieron del salón para poder ver que pasa.
—Amadela, Amadela, Amadela.— canta ______ muy feliz con los ojos cerrados mientras sigue pisando a los chicos.
—Amadela, Amadela, Amadela.— continua ahora cantando Mikey con una sonrisa alegre el chico.—¡Vamos Kenchin!.— le anima el rubio para que cante su amigo este solo suspira pesadamente
—Amadela, Amadela, Amadela.— habla serio Draken.
—Amadela,Amadela, Amadela.— cantan ahora los tres al mismo tiempo como si no estuvieran pisando a los de tercer año. Atormentar gente es una actividad cotidiana para ellos, es tan común como lavarse la cara.
Al caminar hasta la entrada principal de la escuela, Mikey se voltea con una pequeña sonrisa en su rostro.
—¿Estas libre hoy cierto?
—Pues..no del todo.—hablo nervioso viendo a Mikey, no entiendo que pasa aquí. Mis pensamientos son interrumpidos al sentir como Draken pone su brazo por mis hombros.
