Ming Yi y Shi Qing Xuan han sido mejores amigos desde su primer día de clases en el preescolar.
Ming Yi nunca a sido alguien que hable mucho ni exprese sus sentimientos pero a Shi Qing Xuan no le preocupó mucho el carácter frio de su mejor amigo, si...
Luego de descubrir la primera carta de Ming Yi , pase todo el fin de semana sonriendo como un tonto, ansiado que el lunes llegará lo más rápido posible para ver a Ming xiong.
Quería tanto agradecerle por la carta y contarle lo inmensamente feliz que me había hecho sentir, también quería preguntarle porque decidió enviarme una carta en lugar de decirme lo que pensaba y sentía en persona, sin embargo eso último lo haría con mucho cuidado y solo si hallaba la mejor oportunidad.
Por nada del mundo estaba dispuesto a causa que Ming Yi renunciara a ese nueva camino que había decidido tomar para volver a comunicarse conmigo.
Si, sería muy precavido y esperaría con paciencia a que fuera él quien tomara la iniciativa para confesar que lo motivó a enviarme esa valiosa carta.
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El día lunes al fin llegó y como era habitual esperé a que mi mejor amigo llegara a nuestro lugar de encuentro, el pequeño parque, para ir juntos a clases. Ming Yi llegó a la ahora de siempre y se comportó de la misma manera que venía empleando desde el inicio de este año, reservado y callado, sin embargo esta vez su comportamiento distante no me deprimió.
El recuerdo de esa carta en mi mente y corazón me protegió de la aflicción que venía acumulando desde que mi mejor amigo cambió su actitud conmigo.
"Él parece ser el mismo de siempre sin embargo ... esa carta es real, ¡se que lo es!, ¿por qué Ming xiong actúa como si no existiera?"
Había pasado todo el día prestándole más atención a Ming xiong que a las clases, pero ni sus pocos movimientos, habituales monosílabos o escasas expresiones pudieron darme una pista para entender porque para él su propia carta parecía simplemente no existir.
— Ming xiong ... tú ...
— ¿Mn?
— Nnnn nada, no es nada, tranquilo
— Bien
Sintiéndome demasiado inseguro para preguntarle directamente a Ming Yi sobre la carta que recibí de su parte, dejé pasar la última oportunidad que tenía ese día.
— Bueno, nos vemos mañana Ming xiong, cena bien y no te duermas muy tarde
— Si
— ¿Si y que más?
— Hasta mañana Qing Xuan
— Así está mejor, hasta mañana Ming xiong
Tras despedirme de mi mejor amigo y ver su alta figura alejarse y desaparecer al girar por una calle, emprendí mi propio camino a casa.
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