Nerd Project

Doble Disculpa

Ethan Pov

Estábamos entrenando cuando el idiota de Luke O'Brian tira el balón y este sale disparado para otro lado, cuando miro le había caído en la cara a la chica nueva, muy bien ahora le debo doble disculpa gracias al imbécil de O'Brian. Me dirigí hacia donde se encontraba la chica de lentes y frenos de caballos para recuperar mi balón.

-¿Me puedes dar el balón?- no quería ser agresivo con ella pero el idiota de Cox estaba a su lado no quería que viera que le pedía disculpas ni nada por el estilo porque si él decía algo mi popularidad se iba al piso y yo no podía permitirlo- Ahora- dije

-Claro-dijo y me devolvió el balón rápidamente

-Gracias- dije y mire al imbécil de Cox-¿Qué miras Nerd?- me gire y me dirigí hacia los chicos

Cuando llegue a donde los chicos rápidamente nos pusimos a entrenar, ya que en par de meses tendríamos nuestro último partido antes de las navidades. Me gire a ver si veía a la chica a la cual Luke le había lanzado el balón pero no estaba, cuando me gire para seguir entrenando uno de los chicos se dirigió hacia mí y no logre esquivarlo y caí al suelo.

-Ethan, perdóname Bro, creía que estabas pendiente- dijo el maldito de Daniel

-Solo apártate de mí, si no quieres que parta tu cara- dije entre dientes mientras los otros chicos me ayudaban a levantarme

-Ethan, vamos para la enfermería para que te revisen- dijo Ismael, no me negué ya que me dolían un poco las costillas

Cuando llegue a la puerta de la enfermería les dije a los chicos que me dejaran allí y que luego yo les decía que me dijeron, no se negaron ya que cuando iban a protestar les di mi mirada asesina. Cuando los chicos se fueron, entre a la enfermería y me encontré con la persona que menos creía encontrarme tirada en una camilla.

Rosalie Pov

Abro los ojos lentamente ya que escucho una puerta abrirse y cerrarse, creo que es la enfermera, pero cuando me levanto y miro hacia la puerta me doy cuenta que no era la enfermera la que estaba hay era nada más y nada menos que Ethan. Me quede paralizada mirándolo ya que no sabía qué hacer, era realmente guapo y musculoso.

-Creo que mejor me voy- dije en un susurro, me levante ya que me sentía mejor, pero cuando lo hice me tuve que sujetar de la camilla ya que me dio un pequeño mareo.

-¿Estas bien?- pregunto un poco ¿preocupado?

-Sí, gracias-dije un poco cortante y el asintió

-Quería...- iba a decir algo pero en ese momento la enfermera entro.

-¿Pasa algo joven Evans?-le pregunto la enfermera

-Umm...creo que me lastime entrenando y vine a revisarme -dijo Ethan

-Siéntese, en un momento lo reviso-dijo la enfermera

-Me podría excusar con los profesores, creo que iré a casa, gracias por atenderme.

-De acuerdo, porfavor maneje con cuidado, se puede marear. - escuche a la enfermera decirme mientras ya salía por la puerta.

-Gracias pero no tengo carro así que iré caminando. - dije y me encamine hacia la salida de la escuela para dirigirme a mi casa.

Iba caminado cuando escuche una bocina, pero no revise quien era, pues no espero a nadie así que seguí mi camino tranquilamente, no pasó mucho cuando escuche nuevamente la bocina, esta vez me voltee encontrándome con un lujoso carro deportivo que se dirigía a mí. Rápidamente me detuve y me sorprendí al ver que quien se encontraba dentro del auto era Ethan. Iba a preguntar que quería cuando me dijo que me montara en el auto.

-No gracias, prefiero caminar

-Vamos Keebler, ninguna chica se niega a mis encantos, ni siquiera las que son como tú- dijo esto último muy bajito pero definitivamente lo había escuchado y ¡valla que dolió! 

-¿¡¿Perdón?!? Pero no soy como esas "chicas"- dije con el ceño fruncido

-No te hagas de rogar, sí- dijo siguiéndome con el carro

Sin seguir dirigiéndole la palabra seguí caminando, pero él nunca se marchó.

-Si no te montas, tendré que escoltarte hasta que llegues a tu casa- dijo con tono arrogante, si creía que me iba a montar por decir eso estaba muy equivocado, seguí caminando como si no hubiera escuchada nada, no me importaba lo que había dicho, pero si me incomodaba que un chico me estuviera siguiendo.

Pasaron algunos minutos hasta que divise mi casa, mire por el rabillo del ojo aún seguía a mi lado con su carro. Cuando llegue a la puerta de mi casa me gire y lo observe, me tiro una guiña y se marchó. Entre a mí casa y me dirigí a la ducha para darme un largo baño.