Capítulo 1:Caso de Mía

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Mi vida es pura mierda. Desde pequeña e desarrollado un cuerpo muy voluptuoso o como diria mi madre, soy como una barbie con doce años. En la escuela muchos niños me caen atras para que sea su novia, o quieren un beso y hasta una vez intentaron tocarme un seno. Es horrible como llegan a acosar a las niñas con mucho cuerpo por las calles, incluso me han confundido con otras de quince o dieciocho años. Los hombres me miran de arriba abajo, me han tocado las nalgas y se siente horrible hasta llegar a un punto en que nunca quiero salir de casa, el lugar en donde comenzó mi terrible historia.

Mi pelo es negro y me llega por los hombros, aunque siempre ando toda desgreñada o desarreglada me gustaria tener el pelo hermoso como algunas modelos. Mis ojos son como el cafe aunque en todas las fotos parecen un negro muy oscuro, con pestañas muy grandes. Mis labios son tan carnosos que hasta yo misma me los he llegado a presumir todo los días delante del espejo.

Mis senos resaltan bastante, no son ni muy grandes ni muy pequeños, son de tamaño mediano pero adecuado para mi edad. A mis doce años ya se me notan unas caderas, mucho volumen en las nalgas y unas piernas bien gordas. No soy muy alta pero me conformo con lo que tengo.

No vivo en el pueblo, al contrario, vivo en medio de un campo muy lejado de la ciudad. Es toda una enorme finca que es manejada por mi padre, un hombre millonario, alto y muy fuerte, es como un tipico super modelo. En todo el lugar solo estamos nosotros, es decir, mi padre, mi madre y finalmente yo. Mi madre siempre anda en la ciudad incluso hace viajes de un mes completo, paso semanas sin verla y cuando esta en casa es poco lo que hablo.

Justo ahora no esta en casa, se fue aller a un viaje de trabajo por 21 días. Como no tengo mas nada que hacer me arregle un poco para estar en casa, un pequeño vestido que casi no me tapaba las nalgas, era negro y rojo, mis colores favoritos.

Tome un cubo y le eche agua junto con jabón para después con una esponja ponerme a limpiar el piso. Me tire en el suelo y me incline hacia delante para comenzar a limpiar una pequeña mancha en el piso. Comencé a restregar todo hacia adelante y hacia atrás, hasta que senti que alguien me miraba.

Me volteé y pude que era ver mi padre, era raro que estuviera ahí porque a esta hora siempre trabaja. Era tan alto que para mi es impactante, sus definidos músculos siempre se marcaban por su ropa apretada. Tengo sus mismos ojos aunque el es castaño casi pasando a rubio.

-Oh, hola papá-saludé asombrada claramente, me levanté del suelo y arreglé un poco mi vestido aunque era incómodo porque se que en el se marcan mis pezones.

-Hola hija-también me saludo para luego echarme una ojeada.-Emm...vine a ver una pelicula junto contigo. ¿Quieres?-pregunto señalando el cuarto que quedaba justo después de la cocina que es en donde justamente estamos ahora.

-Si, no es mala idea.-acepte- Déjame terminar y voy al cuarto-le di una sonrisa amigable y el también.

-Te espero.-entro al cuarto y sentí como se sentó en la cama.

Tome un pequeño pañuelo y limpie todo lo mojado que habia quedado el piso. Bote el agua de la cubeta y la guarde en el cuarto de los regueros junto con la esponja. Ya estoy lista para ver la película.

Papá.

Termine mas temprano en el trabajo, mi esposa no estaba, tenia una buena excusa y 5 meses sin tener sexo.

Mi hija me daba ganas de follarla sin parar. Todos mis nuevos deseos sexuales eran con ella. Partirla en dos contra la pared, venirme en su cara, metersela por el culo, morderle esos pezones rosaditos que sin que ella se de cuenta e visto. Me dan ganas de romperle el himen, de hacerla venir solo para mi, quiero tomarla por el pelo hasta que grite por lo duro que le estoy dando.

Mis sueños hoy se harían realidad. Salí temprano del trabajo y me dirigí a la casa. Lo que me resivio hizo que mis hormonas se alterarán más.

Mi hija estaba en el suelo, limpiando una pequeña mancha.

Su vestido corto lo tenia todo levantado y se le podia ver sus bragas marcado su vagina de una forma que hizo que se me pusiera duro de inmediato. No bastó solo con eso y depues ella comenzo a deslizarse de alante hacia atrás y me la imagine arriba de mi cabalgandome y gimiendo mi nombre en mi oído mientras yo apretaba sus nalgas y metia un dedo en su culito hermoso.

Ella de repente se levanto y se viro hacia mi. Casi se le salia un seno asi que se acomodó un poco el pequeño vestido pero se le veían pequeños puntitos en cada lado y era hermoso. Solo con esos en mi boca, mordisqueandolos, rozandolos con mi pené, viendolos moverse de arriba hacia abajo erectos, esa era mi pasión.

Ya estoy listo para que sea mía.

Diario de una violación +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora