Capítulo 4: Caso de Mía

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3ra violación.

Papá

Ya ha pasado un día desde que no tengo sexo y mi cuerpo esta sediento por dentro. Era hora de dormir y sin dudarlo fui hasta el cuarto de mi hija.

—Voy a dormir aquí —indique acostándome en su cama justo al lado de ella.

Así tan pegado a mi pequeña no lo pude evitar y comencé con mi labor. La colcha nos tapaba y había poca luz, eso ayudaba con la excitación que ya tenía.

Ella andaba con un pequeño vestido de tirantes así que empecé por ahí. Tome un tirante y lo deslice por su hombro sintiendo como su delicada piel se le erizaba. Desde su hombro deslice suavemente mi mano hasta su pecho y seguí bajando más hasta que tome una de sus tetas y la apreté para sentirla. Saque mi mano de ahí y me fui directo hasta la parte de abajo del vestido.

Lo levante un poco y sentí sus pequeñas braguitas desde abajo. Pude sentir su vagina aun con esa pequeña tela pero no me contuve y la tire hacia un lado dejando que dos de mis dedos tocaran toda su zona íntima. Sin miedo los fui metiendo poco a poco hasta que los dos entraron completamente por su vagina y los comencé a mover de adentro hasta afuera.

Unos pequeños líquidos salieron de ella, saque mis dedos de su vagina y me los lleve a la boca para no perderme nada. Jale su braga hasta abajo y volví a tocarla frenéticamente hasta que de repente ella se levantó de la cama.

— ¡Ya déjame!—grito desenfrenada.

—Ven acá niña te voy a matar—también grite levantándome de la cama.

—Si me vuelves a hacer algo voy a llamar a mamá—me amenazo enseñándome un teléfono que había en su mano.

—Pero a ti te gusta lo que te hago—solté ya más tranquilo. Si llamaba a su madre todo se arruinaría.

—Me duele todo lo que me haces, te odio—grito y comenzó a correr.

Oh, esto no se queda así.

Me levante de la cama y fui hacia mi cuarto encerrarme

Ya es de día y voy a hacerme el que ni se acuerda de lo que sucedió ayer pero aun pienso en seguir tocándola.

Estoy en la cocina preparando su desayuno como todas las mañanas. Jugo de manzana y unos waffles. Escucho que la puerta de su cuarto se abre y sale con el pelo todo desgreñado y el mismo vestido de ayer, no puedo evitar mirarla completamente, es toda una adolecente con cuerpo de mujer.

Le señalo para que se siente en la mesa y me acerco a ella con el desayuno.

—Lo que más te gusta, espero que lo disfrutes.

Como siempre ella comienza a comer desenfrenada y lo primero que hace e tomarse todo el juego sin parar.

— ¿Papá ya no volverás a tocarme?—pregunto rompiendo un poco el silencio.

—Te lo prometo—mentí. Verla así solo me provoca ganas de echar un mañanero.

—Nunca me gusto lo que me hacías—su voz se apagó un poco.

— ¿De verdad?—replique.

—Si—su cabeza dio vueltas y pareció estar confundida.

—Pues a mí me encanto—me acerque hasta ella y la agarre antes de que callera desmayada en el suelo—Dulces sueño.

En el jugo había echado unas pastillas que deberían dormirla por 3 horas, tiempo suficiente para poder satisfacerme por este día, mañana lo volvería a hacer y así hasta que mi pene deje de funcionar.

La cargue y la llevé hasta el cuarto. La acosté sobre la cama y le quite toda la ropa que llevaba para luego hacerle sexo oral en la vagina. Esa vagina era el cielo para mí. La chupe con ganas sin dejar ni unos de sus líquidos fuera de mi boca. Con mis dedos la penetre y succione lo más que pude. Pase mi lengua por su estómago hasta sus pechos y los mordí con ganas. Tome mi pene y se lo pase por toda su boca hasta metérselo. La vire boca abajo y le metí un dedo por su culito. Después metí dos hasta que en esa misma posición metí todo mi pene por su vagina mientras mis dedos penetraban su culo hermoso.

Sus vellos habían crecido un poco más y se veía como una preciosa adulta, me éxito tanto.
Apreté sus nalgas y les deje mordidas por todo el cuerpo.

Acelere mi ritmo haciendo que su cuerpo se moviera encima de la cama sin control. Saque mi pene de su vagina y lo lleve hasta su ano para penetrarlo sin compasión.

Finalmente me vine en su vagina y ni siquiera nunca use condón, pude sentir todo adentro de ella.

Todo este embrollo con mi hija realmente había pasado a mucho más. Cada exquisita parte de ella la disfrute con orgullo.

Diario de una violación +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora