Diario de una violación +21

Capítulo 1: Caso de Anyeline

Día soleado y caluroso, joder todo me suda. Voy caminando por la escuela y no puedo evitar la mirada de todos sobre mí. Últimamente a mis 17 años mi cuerpo se me ha desarrollado más que nunca. Mis senos han crecido redonditos y firmes con el pequeño botón rosa. Mis nalgas cada vez resaltan más por las tres horas diarias que hago de ejercicio, mis pies son finos y definidos. Mi abdomen plano también es seductor con la cinturita que tengo.

Todos los chicos me miran y me gusta, me encanta sentirme así, deseada por todos.

Muevo mis caderitas con la cabeza en alto pasando por el lado de miradas llenas de morbo de las cuales ya estoy acostumbrada porque hasta mi abuelo me mira así, el cree que no lo sé, pero me doy cuenta de muchas cosas.

¨Hermosa, que piernitas, te la quiero meter, se mi novia¨, son uno de los muchos comentarios que me dicen. También siempre me visto bien sensual para que suelten baba por mí.

Llego a clases y hasta miradas del profesor siento sobre mí. Mi pequeña blusa con escote de v resalta mis senos voluptuosos.

Las clases acaban rápido y mientras todos salen del salón el me hace una señal para que me quede. Camino hasta él lo más sexi que puedo y me detengo justo enfrente de él. No es que lo esté seduciendo para que me coja ni nada por el estilo solo me siento con poder cuando se derriten por mí y no por el puto Sol.

—¿Qué pasa profesor?—pongo mis manos sobre la mesa y puedo sentir su mirada en mis tetas.

—Quiero que hagas algo—dice tratando de retomar la postura.

—Lo que usted ordene.

—¿Sabes que tienes buen cuerpo?

—Sí y mucho.

—Estas viniendo muy sensual a la escuela Anyeline—suena como un reclamo con voz de reproche.

—Siento si eso le incomoda profesor.

—Bésame—ordena y me quedo en shock.

¿Besarlo? Siempre he sido mucho de seducir pero no pensé que todo fuera a llevar hasta esto. Él se avalancha sobre mi tomando mi cara y plantando un beso en mis labios. Su beso es suave y de alguna manera es tierno, pero no me gusta hacer esto con mi profesor así que lo más rápido que puedo me separo.

—Mejor dejamos esto para luego, me tengo que ir—el asiente y salí.

Fui hasta el estacionamiento y vi el auto de mi madre afuera. Volví a retomar mi aliento y fui hasta ella.

—Hola hija ¿Cómo te fue?—pregunta mientras entro en el auto.

—Genial—contesto sentándome.

El camino a casa es bastante largo y tedioso. En realidad ella nunca está en casa, desde que me lleva se acaba yendo porque son mínimos minutos que le dan en su trabajo. Me duele verla siempre tan ocupada pero desde que mi padre nos abandonó y se fue con otra chica más joven, ella a tendio que hacer más turnos.

—Llegamos—anuncia estacionándose al frente de la casa.

—¿A qué hora terminas hoy?—pregunto notando el estrés en su rostro.

—No vuelvo más hasta mañana a esta misma hora, tu primo va tenerte que llevar a la escuela.

Hummm, mi primo. Ese era otro estúpido. Cabello rubio y ojos azules, el chico de los sueños. En la escuela suele ser bastante popular, pero no el típico chico lindo e inteligente, en este caso era súper bruto.

Todo el día se la pasaba en la casa jugando con no se ni que amigos. Era alto y al igual que yo también gastaba buenas horas en el gimnasio.

—Mamá eso es mucho trabajo-la tristeza se notó en mi voz.

—Lo sé, al igual que sé que al final todo valdrá la pena—y otra vez dijo su típica frase.

—Adiós, te quiero—bese su mejilla.

—Yo te quiero más—también beso la mía y me baje del auto.

Entre a mi casa y lo primero que me tope fue a mi primo sentado en el sofá mirándome directamente. La casa no es tan grande, solo tiene dos cuartos así que duermo junto con mi primo en distintas camas pero por alguna razón la de él es enorme y la mía pareciera un catre todo duro.

—¿Pasa algo?—él se para de un salto.

—Necesito hablar de algo importante—dice serio—Te espero en el cuarto.

—Ahora no puedo.

—¿Tienes algo más importante que hacer?—pregunta con expresión seria.

—No—le soy sincera y se acerca un poquito a mí.

—Entonces ven

Asiento lentamente y dejo la mochila en el piso subiendo un poco después de que sentí cuando ya el estaba en su cuarto.

Entre y estaba tirado sobre su cama con su Tablet en la mano.

—¿Qué pasa?—pregunto irritada.

De repente volteo la Tablet hacia mí dejándome petrificada. Es una foto mía y de mi profesor el Sr. Rodríguez besándonos, y fue claramente hoy porque nunca ms me había besado con ese hombre.

—¿De dónde la sacaste?—logre decir.

—Casualmente iba pasando por tu salón y cuando miro por la ventanilla de la puerta está mi querida prima besándose con su profesor—explica y el enojo es evidente.

—Bueno muy lindo tu juego pero ya sabes que tienes que borrarla—termino de halar y cuando voy a salir no me deja con las palabras que dice:

—No las voy a borrar—sonó seguro.

—Tienes que borrarlas—ordene rabiosa.

—Solo si haces algo—soltó haciéndome reír.

—No voy a hacer nada por ti—digo firme y segura.

—Pues entonces ahora mismo se las paso a tu madre y toda la escuela—veo como teclea algo en la Tablet.

Dios si mi mamá ve esa foto no me quiero ni imaginar la decepción que se llevaría, me moriría de vergüenza ya que ella piensa que soy ejemplar, y así nadie es ejemplar. Aparte de que si alguien de la escuela ve eso no van a parar de llamarme puta, zorra y antas cosas se me viene a la mente. Esa foto puede acabar con mi vida.

—Tu no harías eso—hable tratado de reaccionar.

—¿Me quieres poner a prueba?—su seguridad es lo que más me duele cuando vuelvo a ver que toca la pantalla.

—Okey, okey ¿Qué quieres?—pregunto acercándome a él para que se detenga.

—Quiero que seas mía, a partir de hoy y para siempre—ordena dejándome más mal de lo que estoy, esto es algo insoportable y cruel de su parte.

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Bienvenidos a este 1er capitulo.

Oficialmente les puedo decir que cada capítulo de esta parte de la historia tendran mas de 1000 palabras aunque algunos revasaron por mucho ese número. Los caps estan mejor elaborados y editados, todo por ustedes.

¿QUE TAL EL PRIMER CAP?