BITCH.
❛ SIEMPRE BAJO
TU CONTROL ❜
Un viaje al hospital no era como Isabelle Nightly quería que terminara el baile escolar, pero no le toma mucho tiempo darse cuenta de que ese es el menor de sus problemas.
Oh, y s...
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(bitch, six ) ice pick
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Lydia y Elle estaban juntas en un cubículo del baño. Cerraron la puerta y Lydia rompió a llorar, agarró un poco de papel higiénico para intentar detenerse. Elle la sentó en el inodoro, con la tapa cerrada, y la rodeó con los brazos. La rubia no dijo nada, solo acercó a la rubia fresa hacia ella, metiendo la cabeza de Lydia debajo de su barbilla.
Lydia escuchó la puerta abrirse y cerrarse, pero luego fue el silencio. —¿Hola? —La voz temblorosa de Lydia hizo eco en la habitación y un par de pies descalzos de hombres aparecieron en el espacio entre el piso y la puerta del cubículo—. Este es el cuarto de las chicas.
Elle frunció el ceño. —¿Con quién estás hablando?
Los pies, y la persona, quienquiera que fueran, se alejaron del cubículo y Lydia abrió la puerta rápidamente, corriendo para ver quién era, Elle la siguió. Salieron del cubículo para ver que eran las únicas en el baño.
—No hay nadie aquí, Lyds —Elle estaba considerando seriamente que Lydia estaba tomando algún tipo de alucinógeno. O eso o se estaba volviendo loca.
Lydia la ignoró y salió del baño. Elle suspiró y recogió sus bolsos antes de seguirla. Salieron del baño y vio como Lydia veía la espalda de un hombre subir las escaleras.
Lydia entrecerró los ojos y lo siguió, agarrando el brazo de Elle que no podía ver nada. Bajó algunos escalones más y se detuvo frente al gabinete de trofeos de la escuela. Lydia hizo una pausa, sosteniendo a Elle firme mientras continuaba, sin saber para qué se detenían. Fue a hablar, pero Lydia tiró con fuerza de su brazo para que se detuviera.
Se alejó sin problemas, asegurándose de que la rubia fresa nunca viera nada más que la parte de atrás de su cabeza. Lydia tiró de Elle con ella mientras se dirigía al armario, tratando de detectar lo que estaba mirando. Pronto encontraron una estatua de oro con la etiqueta debajo que decía Peter Hale.
Ambas, simultáneamente, tuvieron recuerdos de la noche en que fueron atacadas en el campo de lacrosse. De un hombre acechando hacia ellas.
* * *
Stiles caminó sin llamar la atención hacia un chico llamado Vernon Boyd y sacó una silla, olisqueando y mirando asustado a su alrededor como si estuviera a punto de que le traficaran algunas drogas, mientras Boyd se sentaba ahí simplemente mirando. —Boyd. ¿Tienes las llaves?
Boyd sacó un juego de llaves de su bolsillo y las dejó colgando en medio de la mesa. Stiles fue a agarrarlas cuando Boyd apretó la mano sobre la mitad de las llaves para que Stiles no pudiera simplemente tomarlas e irse. Stiles comenzó a tirar de ellas inútilmente. —Esto no es un favor. Es una transacción —Boyd le informó.
