BITCH.
❛ SIEMPRE BAJO
TU CONTROL ❜
Un viaje al hospital no era como Isabelle Nightly quería que terminara el baile escolar, pero no le toma mucho tiempo darse cuenta de que ese es el menor de sus problemas.
Oh, y s...
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(bitch, fourteen ) party guessed
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Isabelle estaba trabajando por lo que parecía la primera vez en meses. Estaba decidida a volver a encarrilar su vida, pero fue difícil cuando cada que parpadeaba veía a Peter Hale.
Estaba aturdida cuando su mánager le dio un portazo al lado del escritorio en el que estaba. Elle volvió a la realidad para ver que había estado etiquetando la misma prenda al menos quince veces.
—Uh, lo siento Maggie. Supongo que no estoy con eso hoy —Elle se disculpó.
—No vas a tener unos buenos meses.
Elle frunció el ceño. Empezaban a recibir un poco de atención por parte de sus colegas. —¿Qué quieres decir?
Maggie hizo una seña a Elle para que la siguiera por la parte trasera de la tienda hasta la oficina. Hizo un gesto para que Elle se sentara frente a ella, lo que la adolescente tomó con vacilación. —Eres muy trabajadora Isabelle. Trabajas duro, no te importan las horas. Incluso eres bastante buena manejando clientes problemáticos.
Elle estaba confundida sobre a dónde iba esto. —¿Okey...?
—Pero los últimos dos meses no han estado a la altura que esperamos de nuestro personal. Es comprensible que tú hayas estado involucrada en algunos... incidentes en los últimos dos meses y hemos sido indulgentes y te hemos dado tiempo libre.
Oh Dios. ¿Iba esto a donde ella cree que va?
—Sin embargo... —Sí, iba—. ...Te has tomado más tiempo libre del que te dieron y cuando finalmente llegas a trabajar es con resultados pésimos. Esta no es la Isabelle que contratamos hace siete meses. Y esta no es la tú que queremos seguir empleando.
—¿Me estás despidiendo? —Elle jadeó. Esto no era lo que necesitaba.
Maggie la miró con severidad desde enfrente del escritorio. Lo sentía por la chica, realmente lo sentía, pero no había nada que pudiera hacer. Esto no era recursos humanos, ella era solo la mensajera. —Considera esto como una advertencia. No creo que recibas otra.
Isabelle asintió en silencio y se puso de pie para volver al frente de la tienda. Ella estaba en estado de shock. ¿Realmente estaba holgazaneando tanto?
El resto del turno fue incómodo. Podía decir que sus amigos del trabajo querían saber qué pasó, pero todavía estaba demasiado conmocionada como para decir una palabra. Lydia entró en algún momento para elegir vestidos para su cumpleaños. Se las arregló para sacar a su cómplice rubia de su aturdimiento y ayudarla a elegir.
