𝘚𝘦𝘯𝘥 𝘔𝘦 𝘈 𝘚𝘰𝘯𝘨━━━𝘈𝘬𝘢𝘨𝘢𝘮𝘪 𝘚𝘩𝘢𝘯𝘬𝘴

𝘏𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰

Holly se despertó con un dolor de cabeza palpitando en su cerebro. Instintivamente, gruñó y abrió los ojos.

Holly no pensó en dormir hasta tarde; estaba acostumbrada a que la obligaran a actuar a pesar de que se despertaba con dolor. Fue instinto; sucedió antes de que ella supiera realmente dónde estaba. Antes de que Holly se diera cuenta de que podía dormir muy bien dentro del ala del hospital de Hogwarts. Podría haber dormido hasta tarde porque estaba en la enfermería ... otra vez.

"No otra vez," se quejó Holly mientras presionaba sus dedos firmemente en su sien. Había alguien a su lado, podía sentir su mirada. Pero sin sus lentes, Holly realmente no podía distinguir a la mancha marrón como persona. Abrió un ojo, buscando sus gafas rebeldes y las encontró repentinamente empujadas hacia ella, sostenidas por manos inseguras.

"Aquí." Holly extendió la mano y pasó los dedos por el delicado metal. Sus pobres lentes estaban rayados hasta el cielo, y después del último año, descubrió que al mirar a través de ellos todo estaba un poco borroso. Significaba que tendría que hacer otro viaje al oculista con... bueno, no con su tía, Holly ya no vivía con Petunia. Tendría que pedirle a los Weasley que la llevaran ... se preguntó si habría un oculista mágico y qué tan caro sería.

Holly sacudió sus pensamientos descarriados mientras se colocaba las gafas en la cara. Ignoró la confusión y la ligera nubosidad de todo como solía ver y se centró en la persona que se las había entregado. En este caso, fue el profesor Lupin. Holly se sintió instantáneamente aliviada por el tono dorado de sus ojos; que el color en sí mismo era un consuelo no era algo en lo que quisiera meterse. Sabía que a la mayoría de los demás les sorprendería el aspecto lupino en lugar del típico marrón cálido. Sin embargo, Holly no era la mayoría de la gente. Había notado el drástico cambio de personalidad asociado con los ojos del hombre. Holly prefería con mucho cómo actuaba Lupin cuando sus ojos eran dorados. Tenía los ojos marrones cuando la confrontó sobre Padfoot el primer día, marrones cuando les enseñó e ignoró a ella. marrón como él la evitaba cada vez que iba a hablar con él. Pero había tenido oro cuando le había dicho la verdad, oro cuando la había protegido del dementor y oro ahora.

Holly sospechaba que el color tenía algo que ver con el hecho de que Lupin era un hombre lobo; ella no presionó para obtener pruebas de ese pensamiento. Holly no quería ser insensible o parecer despistada ante el amigo de sus padres. En cambio, le preguntaría a Hermione más tarde sobre el color, y si Hermione no lo sabía, lo resolverían juntos.

Mientras Holly lo acogía, Remus dejó a un lado un libro que había estado leyendo al revés y colocó las manos en su regazo para sonreírle amablemente. Mientras lo hacía, una forma se movió a sus pies, el pelaje que rozaba su pierna ya no era ajeno, por lo que Holly no tuvo que mirar para saber que solo Padfoot se estaba poniendo cómodo.

"Gracias... ¿Profesor Lupin?" ella vaciló, sin saber qué hacer con el hombre que había estado tan cerca de sus padres. Mientras que al mismo tiempo, se encontró preguntándose dónde estaba Pomfrey por lo general, la mujer llegaba inmediatamente después de que Holly se despertaba.

"Por favor," sus manos se flexionaron en sus pantalones. Holly notó el cambio, siempre notó las manos primero. Las manos eran siempre la primera señal de cuándo Vernon atacaría si se movían con agresión de lo que Holly sabía para prepararse. Primero notó las manos. Pero Lupin no los levantó, simplemente se flexionaron, y su mirada se volvió hacia sus ojos, la segunda cosa a observar, manos y luego ojos. "Llámame Moony," pidió mientras acercaba la silla hacia ella. Había una distancia mínima entre ellos ahora, solo un pequeño lugar para sus piernas y la cama, y ​​ella no ... no tenía miedo. Sus manos no se apresuraban hacia ella, no era de color púrpura brillante o rojo; estaba tranquilo y sus ojos eran dorados.