Trato

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Johnny amaba a sus mejores amigos.

La mayor parte del tiempo. No como ahora, estaba en Servicios Sociales, otra vez. Como todos los días desde hace dos semanas, cuando Yuta y él decidieron más que darle apoyo a Tae con el hogar, ser parte de él.

Lo malo no era eso, claro que no. Lo malo es que él era el único abogado, por lo tanto, debía hacerse cargo de todo el papelerío que llevaría aquel proyecto.

Sólo.

Taeyong se encargaría de reparar las habitaciones, más de la mitad aún no eran ni siquiera habitables. Yuta por su parte debía comprar los muebles, instalarlos y organizar las habitaciones.

Mientras tanto él, estaba sentado en el mismo lugar que el lunes (hoy es jueves) esperando al mismo tipo.

La puerta abriéndose lo distrajo de su aburrimiento, se levantó de inmediato caminando rápidamente hacia la persona que había entrado.

Moon Taeil.

Moon rodó los ojos y bebió un sorbo de café, ignoró olímpicamente a Suh, quien estaba siendo una espina en el culo desde hace dos semanas.

"Licenciado Moon, buenos días, estoy aquí para revisar los papeles del hogar, como dijimos." Johnny sonrió intentando seguir el paso veloz del más bajo. "Para ser tan pequeño camina muy rápido." Pensó.

"Doctor Suh, siempre es bueno tenerlo..." Subió las cejas en señal de burla. "Otra vez." Bebió su café.

Desde luego que el pelinegro captó el gesto, vivió por años con Nakamoto Yuta, pero decidió ignorarlo. "Ayer debíamos arreglar la verificación del equipo directivo." Informó, mientras entraba, sin permiso, a la oficina del asistente social.

"¿Y lo hizo, Suh?" Se sentó en su silla giratoria y procedió a prender la computadora frente a él. El pelinegro se sentó frente al escritorio, sacando papeles de su portafolio. "¿O sólo volviste a venir para que yo lo resuelva todo?" Se recostó completamente y lo miró serio.

El abogado suspiró.

"Escucha, Taeil, de verdad no tengo idea de qué es lo que quieres." Dijo firme, sosteniendo la mirada al mayor. Fingiendo firmeza, cuando de hecho estaba al borde de la desesperación. "He venido a intentar aprobar esta solicitud desde hace 15 días, y lo único que haces es ponerme trancas, que intento solucionar pero sólo me ignoras." Sentenció. "No sé que tanto es lo que no te agrado, si todo lo que haces es hacerme volver, todos los días." Una pequeña sonrisa burlona hizo que Taeil casi se sonrojara, pero sonrió estoico.

"No me agradas. Para nada." Dejó de sonreír y tomó los papeles que Johnny dejó sobre la mesa. "Nunca lo hiciste, de hecho." Le dio una ojeada al papel. Se rió cansado "Y esto explica el porqué." Tiró de mala gana el papel sobre el escritorio.

Johnny apretó la mandíbula.

"Nakamoto es tu psicólogo. Dudo que ese friki pueda con la rebeldía de un adolescente despechado y la sensibilidad de un niño que en la oscuridad llora por su mamá." Suspiró.

"Claro que puede, para eso se esforzó estudiando." Retrucó. Aunque él mismo tenía sus dudas.

Yuta era algo... Susceptible.

"Será como tener un niño más a cargo, lo sabes." Volvió a tomar los papeles. Se rió con ganas. "¿Tu personal de cocina también es el dueño del edificio?"

"Taeyong es muy bueno cocinando."

"Pues me sorprende que dejes que el niño rico use sus propias manos para hacer algo." Ironizó. El más alto golpeó la mesa con fuerza.

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