Esperanza

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Canción: Miranda - Perfecta

⟢Harry y Draco⟣

Ya era muy tarde cuando un par de alumnos corrían por el pasillo del séptimo piso. Cuidaban que nadie los fuera a descubrir, si Filch los atrapaba todo se arruinaría, por suerte, había logrado distraer al conserje haciéndolo que estuviera cerca de las mazmorras. Al llegar frente al tapiz, pasaron tres veces antes de que se materializara la puerta que daba a la sala de menesteres, al entrar, el bullicio de la música y la gente se escuchó. Las puertas se cerraron detrás de ellos y se perdieron entre la multitud.

Era la tercera fiesta dada en el año, todas las casas disfrutaban de la música. Algunos se agrupaban en las esquinas para un juego de cartas y apuestas similar a un casino. Todos parecían llevarse bien, incluso los sangre pura lo hacían. Era el único lugar donde leones y serpientes podían llevarse. O casi todos.

Al otro lado del salón, recargado en la pared estaba Harry observando a todos. Un vaso rojo descansaba en su mano, este estaba lleno de cerveza, una real. Le dio un sorbo y continuó viendo a la gente, no se sentía de humor para estar en la fiesta. Había sido obligado por sus amigos pero hace horas que no los veía. Hermione se perdió con unos Ravenclaw mientras que Ron estaba con los que apostaban, incluso le había pedido prestado cinco galones para jugar, prometió devolverlos.

Harry sabía que ese dinero estaba perdido.

Cansado de estar en un solo lugar, comenzó a caminar por toda la sala buscando a alguien con quien hablar tan siquiera. Logró divisar a Ginny que estaba acompañada de Parkinson y Zabini, una extraña amistad se había formado entre ellos o eso creía. Retrocedió siendo consciente que no era el mejor momento de ir hacia donde estaban los amigos de cierta persona en especial. Y como si lo hubiera invocado, al dar la vuelta para regresar a la pared donde estaba vio una cabellera rubia a lo lejos, estaba en una zona apartada con Nott y Luna. Charlaban animadamente mientras bebía de un vaso similar al suyo.

Luna se percató que los estaba observando y se acercó al oído de Theo para susurrarle algo, cuando se separó solo le sonrió y se marchó junto con el, dejando a Malfoy solo. Captando la señal se acercó con precaución, temeroso de la reacción que tendría. Habían pasado un par de semanas desde que ellos hablaron y era consciente que no habían terminado bien aquello. No pudo arrepentirse, no cuando ya se encontraba frente al rubio que lo miraba con desprecio, su mano casi dejó caer el vaso por tal gesto. Su corazón se apretujo, él no lo miraba así antes.

-Hola - saludó Harry con voz temblorosa.

-Potter - Draco escupió al decir su apellido. - ya se me hacía raro que Theo me abandonara por Lovegood y dejarme solo, que quieres.

-Solo hablar.

-Bueno ya hablaste, ahora me voy.

-No Draco, espera.

Harry tomó la muñeca de Draco evitando que se marchara, cuanto había extrañado la sensación de tocar su piel, era tan suave como lo recordaba. Una corriente eléctrica lo atravesó, pero duró muy poco cuando el otro se soltó de su agarre, dejándolo con un cosquilleo en sus dedos.

-Potter, te dije que me marchaba ¿qué quieres?

-Solo quería volver a hablar contigo como antes, ya sabes, antes de lo de tu padre.

-Creo que eso ya no es posible.

-Por favor.

Le rogó, quería volver a aquella época en donde los dos escapaban para verse y hablar, antes de que su padre fuera encarcelado en Azkaban por seguir a Voldemort en el Ministerio de magia, donde Harry logró vencerlo al fin con ayuda de la orden. Pensó que en su sexto año podría recuperarlo pero se equivocó, apenas inició el año y Draco no volvió a buscarlo ni a responder sus cartas. Sirius le dijo que era normal porque sentía que él era responsable por el destino del patriarca Malfoy, aunque no era verdad. No era culpable de las decisiones de los demás, mucho menos de su padre.

Melodías en 10 TonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora