Melodías en 10 Tonos

Amor

Canción: Camila - Todo cambio

⟢Regulus y James⟣

James no recordaba haber bebido tanto, pero despertar en una cama que no era la suya y semi desnudo le dio un indicio que si tomo de más. Tenía las sábanas cubriéndolo casi por completo, temeroso de que el dueño de la cama entrara por la puerta en cualquier momento y le encarará sus acciones.

Se hizo una nota mental de jamás dejar que Sirius lo hiciera competir sobre quién bebía más rápido.

El rechinido de la puerta abriéndose lo alertó de la llegada del desconocido, como un niño temiendo a que un monstruo lo atacara se cubrió la cabeza con la sábana blanca. Escucho unos pasos acercándose hacia su lugar, James aguanto la respiración como si eso evitara que se diera cuenta de su presencia. El peso de un cuerpo sobre la cama hizo temblar a James, con cuidado, le fue retirada lentamente la sábana que lo cubría y grande fue su sorpresa al ver el rostro del desconocido.

-Veo que despertaste.

Tenía frente a él a un no tan feliz Reglus Black, sus ojos lo taladraban de manera directa, James se siente pequeño ante su mirada. Vio como el de cabello negro dejaba la sabana a la altura de su cuello y dejo a su costado de la mesita de noche un vaso de agua con una posion sin decir palabra alguna.

James se levanto un poco de la cama evitando que la sábana se resbalara de su cuerpo, extendió su mano hacia la poción y bebió de inmediato su contenido evitando hacer muecas por el sabor, después, tomó el vaso de agua de un solo trago descubriendo lo sediento que estaba.

-Gracias - dijo con voz ronca por haber despertado.

-Por tu cara de sorpresa sospecho que no recuerdas nada.

-Acaso tu y yo, ya sabes, tuvimos...

-¿Sexo? -preguntó Regulus sin pena, James asintió - no, ya no tenias camisa cuando llegamos a mi casa y sobre tus pantalones, te los quitaste apenas entraste a mi habitación.

Con la nueva información James se relajo, al menos no había hecho una locura como esa, sin embargo, la duda de que hacía en la casa de Regulus carcomía su mente. Se quitó la sábana dejando que esta descansará sobre sus piernas, su pecho desnudo era lo único que podía verse, Regulus apartó la mirada, como si ver a James así fuera algo malo.

-Puedes tomar una ducha, te dejaré ropa sobre la cama y después hablaremos.

Regulus se levantó y salió por la puerta dejando a James nuevamente solo. Extrañado por lo que le fuera a decir o mejor dicho relatar, James se puso de pie y fue hacia la única puerta que había además de la principal y entró al baño. Una vez dentro vio su rostro en el espejo, era imbécil de su parte hacer eso porque sin sus lentes no veía nada, se retiró con una mueca en el rostro del espejo y abrió la ducha. El agua caliente relajó sus músculos, necesitaba ese baño para despertar. Tomo un poco del shampoo de Regulus y el aroma que desprendía era sin duda de él. Un aroma a cítrico que a James le encantaba.

Cuando terminó de ducharse, tomó la toalla que colgaba sobre un tubo al lado de la regadera y comenzó a secar su cabello, dejándolo más revoltoso de lo que ya era. Enredo la toalla sobre su cintura y salió del baño dejando escapar el vapor. Sobre la cama, que ya estaba perfectamente arreglada, había un conjunto de ropa. James tomo la primera prenda y descubrió que eran unos pantalones deportivos negros.

Busco más y descubrió que también había ropa interior, sus mejillas se tiñeron de rojo al imaginarse a Regulus escogiendo esa prenda para el. Terminó por colocarse la sudadera del mismo color que los pantalones y aun con cierto temor salió de la habitación. La sala de estar estaba muy ordenada, los colores negro, gris y blanco sobresalían en la decoración. Se dirigió hasta la barra de lo que parecía ser la cocina y tomó asiento en uno de los bancos. Frente a él, Regulus colocaba una taza de café y un par de tostadas francesas con un poco de fruta. Vio cómo se servía lo mismo y tomaba asiento frente a él. James dio un sorbo a su café y el sabor amargo de este le sentó de maravilla.