Capitulo Once

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-Si quieres podemos quedarnos así todo el día, por mi no hay problema.- Me propone con una voz tan atractiva.

Levanto la mirada hacia sus ojos. Son oscuros, podría decirse como el color negro. Su mirada es intimidante, atractiva y varonil.

-Ll-o siempre-to.- Parpadeo, ya que parece que me quede embobada con su mirada.

-¿Estas bien?- Me pregunta su grave voz.

Coge con una de sus manos mi mejilla y la acaricia levemente.

-Eee.. ¿si-ii?- Le respondo tartamudeando.

¿Que me pasa?
Retrocedo unos pasos hacia atrás. Necesito darme mi espacio. No puedo estar en sus brazos todo el tiempo.

-Lo siento, en verdad lo siento.- Me disculpo mirándolo a los ojos. -Soy un poco tonta.- Le digo tocando mi frente.

-Y distraída.- Agrega con una sonrisa. -No pasa nada, no te preocupes.

-Si.- Digo casi en susurro. -Un poco, no lo puedo negar.- Le devuelvo la sonrisa al terminar mi oración.

Deja de acariciar mi mejilla. Sin despegar mi mirada en la de el, observo como el hacer mismo con la mía. De repente se da cuenta de algo y deja de hacerlo.

-Creo que no eres la única, madam.- Se agacha colocando su rodillas sobre el suelo, coge con una de sus manos mi movil, levanta la sonrisa y me dedica una sonrisa.

Prometo que si sigue haciendo eso me desmayaré. Es como si fuera un don. Lo juro

Se levanta del suelo. Toma mi mano derecha y coloca mi movil sobre ella.

-Aquí tiene.- Me dice sin dejar de sonreír. Siento que acaricia mi espalda con su pulgar.

-Gracias.- Contestó algo torpe. Me intimida demasiado. -Cre-eo que me...- Agregó pero me interrumpe.

-¿Pudiera invitarte un café?- Me interrumpe, como si supiera que me estaba por despedir. -¿O algo?- Levanta su mano y hace una seña con ella en forma de flecha.

-¿Un café?- Le pregunto y frunzo el ceño. -¿Por qué?

-Claro, si quieres. Me gustaría invitarte como en forma de disculpa por mi pequeña torpeza.

-La torpe fui yo, pero esta bien.- Sonrío. -Solo que hoy no puedo.- Frunzo los labios.

-Ryan.- Me tiende la mano.

Le respondo el gesto. -Sofia.

-Es un gusto chocar con mujeres lindas como usted.

Oh mierda, siento que me sonrojo.
Suelta su mano de la mía dejando una nota en ella.

-Te debo el café, marca cuando puedas, será un gusto para mi.- Termina de decir con un guiño.

-Espero que así sea.- Le guiñó el ojo de la misma manera en que el lo hace. -Bien, ahora me retiro.

Me acerco a darle un beso en su mejilla e despedida y en un solo movimiento de el me da un beso en la comisura de mis labios.
Me sonrojo como un maldito tomate.

-Hasta luego, Sofia.- Me dice.

Le respondo con una sonrisa tímida. Maldito hace que me comporte como tonta.

Me alejo de el en dirección en la que me dirigía hace unos momentos.

Llego a la recepción del restaurante tan prestigiado. Acabo de decirle a la Recepcionista que me están esperando y aquí estoy esperándola. Siempre he odiado esperar a las personas.

La vista desde aquí es buena. Puedo ver a todas las personas que se encuentran en este establecimiento.

Busco entre toda las personas y logró encontrar a Abby. Esta ríe y ríe con Jasper y lo que me parece ¿Dylan?

Llega la recepcionista diciéndome que puedo pasar, al pasar al restaurante Abby me ve y llega corriendo a darme un fuerte abrazo.

-Wo Wo Wo, parece como si no me hubieras visto en años.- Digo respondiendo al abrazo.

-Solo es la emoción.- Me responde, separándose de mi con una sonrisa.

Pasamos a sentarnos y antes saludo a los presentes. Me es un poco incomodo estar con estos dos hombres en los que nunca había convivido como ahora.

En eso Jasper y Abby se quedaron platicando como si no hubieran mas presentes a lado de ellos.

Observo mi bebida. Es piña colada. Se pudiera decir que es mi favorita. Tomo el popote (sorbete) con mis dedos y rodeó el vaso con el. Escuchando la platica de ellos dos. Nada interesante es mas como una platica que solo ellos dos entienden. Mencionan nombres que no tengo idea de quienes pudieran ser.

Siento que me observan. Esa sensación que sientes que alguien te observa detenidamente. Levanto mi cabeza y acierto.

Como siempre, okey no.

-Hey.- Me saluda Dylan.

-Hey.- Respondo algo nerviosa y desconcertada.

-Me gustaría secuestrarte unos minutos, claro si quieres.- Me propone casi en susurro.

-¿Sabes? Si vas a "secuestrar" a alguien no debes preguntarle si quiere y mucho menos proponérselo.- Le respondo con los ojos entre cerrados.

-Tienes razón.- Me guiña el ojo.

-Ja yo siempre.

Dylan le susurra algo a Jasper. Jasper asiente y observa a Abby. Ella sin sabe que pasa fija la mirada en mi.
Me limito a encogerme de brazos y devuelve la mirada en Jasper, que se encuentra levantado de la mesa con la mano tendida hacia ella. Ella le responde el gesto y se levanta. Le susurra algo en el oído, ella ríe y asiente. En eso Dylan se levanta de la mesa, se acerca hacia mi.

-Guarda silencio que estas secuestrada.- Me coge de la cintura y me levanta de la mesa poniéndome de pie.

-Eres pésimo, ¿Sabías?- Le digo.

-No, yo solo se que soy terriblemente sexy.

Toma de mi mano y me jala hacia el. Me pega hacia su pecho, sosteniendo mi cintura obligándome a permanecer allí. Estoy indefensa.

-Como tienes esta costumbre.

Con su mano disponible toma mi mejilla acercándome aun mas a el. Fijo mi mirada en la suya. Acerca sus labios a los míos cada vez mas.

-Detente.- Coloco mi mano en su pecho alejándolo de mi.

Retrocede, baja la mirada y se coloca alado mío sostenido mi cintura.

Salimos del restaurante en silencio sintiendo las miradas de las personas en el restaurante sobre nosotros y las risas provenientes de Jasper y Abby.

Caminamos hasta la fuente que se encuentra en medio de todo el
Centro Comercial. Ya que el restaurante se encuentra enfrente de ella.

Secretos Oscuros. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora