Capitulo uno

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Baje corriendo por las escaleras, porque estaba por llegar tarde a la escuela. No suelo llegar tarde a la escuela, pero estaba vez en verdad iba a llegar realmente tarde.
Mamá estaba haciendo de desayunar a mis dos hermanas menores que debían ir a la escuela en una hora, más o menos, después de la mía, yo era la mediana de todos mis hermanos...

Si se pudiera decir así, era la segunda mayor. Tome mi almuerzo para el recreo y lo metí rápidamente a mi mochila.

Me acerque a mi madre para despedirme y al mismo tiempo buscaba a Sebastián mi hermano mayor con la mirada.

- ¿Y Sebastián? - Pregunte mirando el comedor donde estaban mis hermanas desayunando. Buscándolo con la mirada.

-Se adelanto a la escuela, dijo que necesitaba hacer algo antes de clases, también como vas tarde. Yo creo que el no quiso llegar igual.- Me respondió mi madre con una sonrisa alegremente burlona.

-Madre, como crees aun no es muy tarde.- Dije sarcásticamente, devolviéndole la sonrisa cariñosa.

-Está bien, como tu digas.- Dijo levantando los brazos como si digiera me "rindo". -¿Pudieras recoger a tus hermanas después de la escuela? Necesito hacer unas cosas.

Asiento con la cabeza, volví a abrazarla de despedida y me dirigí en camino a la escuela.

-ºººº-ºººº-ºººº-ºººº-ºººº-ºººº-

Llegando a la escuela, me di cuenta que aun no era tarde como había marcado mi despertador.
Entonces, ¿qué fue lo que sucedió?

Seguro fue una de las muchas travesuras de Denisse (mi hermana menor).

Caminando a la entrada de la escuela me encontré con Gabriel, un gran amigo de unos cuantos años.

-¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Te caíste de la cama?- Dijo con sarcasmo.- Tu no sueles llegar temprano.- Sonriendo me tomo mi mochila y se la puso en su hombro derecho.

-Denisse.- Puse los ojos en blanco. -Atraso unos minutos mi despertador. Aparte como no vi a a Sebastián esperándome como siempre. Lo sospeche aun mas. De que era tarde.- Dije observando cómo tomaba y me ayudaba con mi mochila. -Gracias.

Gabriel me guiñó un ojo y movió su cabeza a un lado, tratando de decir "Vamos". Lo seguí hasta nuestra primer clase en la mañana que era Biología, no me agrada pero, tampoco la odio, así que no estaba tan mal.

Las clases pasaron muy lento, como si a cada rato detuvieran el tiempo. En la última clase el profesor no se presentó, era Química, así que entro Jasper al que yo le llamo (mujeriego) y al parecer estaba planeando una fiesta, ya que su hermana estaba por graduarse.

-Bueno, bueno.- dijo Jasper y todo el salón puso atención. - Como ya saben mis padres no estarán en casa este fin de semana y... - tomo una pausa suspensiva. - Haré una fiesta. La mejor del año.

Todo el salón empezó a soltar gritos de alegría. No entiendo porque les parece divertido. Las fiestas son muy... locas, me encantan la verdad pero, viniendo de el... no creo que lo sean como a las que yo suelo ir, si es que así se le pudiera decir. Yo no pienso ir. Pero se perfectamente que cierta persona si querrá, así que tengo que evitar a Abby, porque tengo por seguro que querrá que la acompañe.

Me dirijo a la salida, para irme a casa.

-Hey Sofía.

Escucho que alguien llama mi nombre. Volteo.

-Espérame.

Viene caminando hacia mí en paso apresurado. Es la última persona en el mundo que desearía ver.

-¿Que sucede Julio?

Julio es mi ex novio, tuvimos algo bonito pero todo lo que empieza tiene que acabar. Es guapo no lo puedo negar, está en el equipo de fútbol Americano, es alto (le llego a la barbilla) tiene buen cuerpo, cabello oscuro, (se pudiera decir que es negro) ojos grises, rasgados y cuello alto.

- Estaba pensando.- Uff que milagro - ¿Que si te gustaría ser mi acompañante en el baile de primavera?

¿Yo? ¿Al baile con él? No es de las peores ideas, pero yo no sé bailar. No pienso ir, en absoluto.

-Julio, no creo que sea una buena idea.- Dije con seguridad.

-Se que lo que tuvimos tu y yo...- Lo interrumpo antes de que pueda terminar la oración.

-Julio eso ya quedo en el pasado, simplemente no pienso ir. Ese día es el cumpleaños de mi hermano. Así que le festejaremos y pues no podré venir.- Miento con tanta seguridad que casi y me la creo yo mismas.

-Oh, entiendo.- Se pasa una mano por la cara de frustración. -Lo siento... en verdad lo siento.- Dijo con tono de arrepentimiento.

-Julio, llevas así casi un año.- Dije poniendo los ojos en blanco. -Ya te dije que todo está bien, lo pasado es pasado.

La razón por la que habíamos terminado Julio y yo, era porque en una fiesta de alguna casa de alguien de la escuela, lo encontré en una habitación teniendo sexo con alguna tipa que se encontró.

-Mira Julio tengo que ir a mi casa, no me siento muy bien para estar manteniendo este tipo de conversación.

Busco mil maneras para poder irme de esta conversación tan incomoda, que he estado evitando desde hace ya bastante tiempo. Pero nada... ¿En verdad es tan difícil? Lo único que observo es como Julio mueve la boca cada vez que habla, no suelo ponerle mucha atención ya que la verdad siempre es lo mismo. Un brazo se coloca sobre mis hombros cruzando mi cuello, me saca de mis pensamientos.

-Hola Julio, ya tiempo sin verte.- Lo saluda Gabriel con la cabeza. -¿Y bueno Sofía, lista para irte a casa? Quedamos claramente con que yo te iba a acompañar.- Dijo él agregándole guiñarme el ojo derecho.

Por un momento no entendía a que se refería. Voltee la cabeza hacia donde el se encontraba para mirarle a los ojos. Al darse cuenta Gabriel de esto, repitió lo mismo sin embargo el me guiñaba el ojo. Quería decir que le siguiera el juego. Gracias a Dios vino a salvarme de la plática incomoda que estaba teniendo con Julio.

-Si, tienes razón. Estoy lista.- Devuelvo la mirada hacia Julio y me despido de el. -Hasta luego Julio.- Dije con voz un poco desesperada.

-Espero que así sea. Adiós.- Me respondió Julio con una sonrisa algo forzada.

Gabriel me tomo del brazo, la cintura y caminamos hacia mi casa.

-Uff, que día... -Dice Gabriel con una sonrisa burlona. -La maestra que quiere ligarte... -Pone los ojos en blanco. - Y después el ex de Sofía queriendo no se que... hacer con ella. -Termina con una risa pequeña.

Me suelto a reír y me doy cuenta que Gabriel lo hace conmigo.

-Creo que tienes razón... ¡Qué día! - Digo entre risas.

Invite a Gabriel a entrar a mi casa y pasar el rato.

Vimos películas, platicamos cosas que hablan los chicos de nuestra edad. Yo le platique acerca del libro que estoy leyendo en este momento que se titula "El resplandor".

El me platico sobre el manga que acaba de terminar llamado "Death Note". Lo que me platico de él, es que es un libro muy interesante, la trama, lo que piensan sobre el cuadernillo, etc...

Al parecer puede que algún día me lo preste. Fue una tarde muy divertida. Siempre cuando estoy con el olvido los problemas que tengo en mi vida, es muy acogedor estar con él.



Secretos Oscuros. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora