UNO

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Aunque era verano el cielo siempre estaba encapotado por nubes grises en este reino

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Aunque era verano el cielo siempre estaba encapotado por nubes grises en este reino. Parecía que al sol no le gustaba salir por aquellos lugares.

El salón reservado en palacio para los grandes eventos había estado semanas sin descanso entre una limpieza exhaustiva y los preparativos para la presentación oficial de Harry como futuro heredero de la corona de Zihg.

Habían empezado con dos días donde sacaron cada una de las cosas de su sitio limpiándolas individualmente. Algunos trabajadores del castillo se subieron a unas escaleras muy altas para limpiar las grandes lámparas que decoraban el techo de la sala. A continuación se encargaron de remodelarlo, con el consejero de interiores de Rorion, el reino de su madre.

Para terminar volvieron a poner todo dentro e hicieron una nueva limpieza.

Harry pasaba cada día por delante de esa sala y veía como con los lentos avances se iba formando lo que daría paso a su primer acto oficial, donde daría el paso de niño a hombre y eso le asustaba un poco.

Tenía ganas de ser tratado como adulto, de poder participar en las conversaciones sobre decisiones en el reino, de poder opinar sobre su vida y tener ciertas libertades que ahora le negaban. Pero también significaba dejar atrás una parte que ya no volvería, dejar atrás una vida sin compromisos donde podía pasarse toda la tarde leyendo en la biblioteca o en el jardín cuando las nubes se apartaban un poco del cielo.

La última vez que pasó por ahí fue ayer por la noche, cuando paseando con su hermana se detuvieron a ver como el equipo encargado de la perfección del salón daba los últimos toques.

—¿Estás nervioso?—Preguntó ella sujetando sus manos detrás de su espalda mientras observaba como la alfombra roja que mañana pisaría su hermano se desenrollaba por el suelo.

—Sí, la verdad. He intentado retrasarlo todo lo posible.

Desgraciadamente sabía que con el reconocimiento del título sería mayor de edad para la corte y sabía que dentro de las consecuencias negativas una de ellas era una posible boda con su prima Ofelia quien llevaba años en palacio haciendo interés en ese compromiso, esa fue una de las opciones que le hicieron retrasar este acontecimiento.

—Antes va mi boda—Respondió Gemma en un tono triste que intentó ocultar con una sonrisa que le quedó floja en los labios.

Gemma tampoco quería casarse y llevaba tal vez los mismos años que Harry retrasando dicho suceso, aunque ya estuviera comprometida con el heredero de un reino cercano.

—Intentaré interceder por ti—Dijo sin apartar la mirada de las enormes puertas del fondo que ahora mismo estaban abiertas y les regalaban una vista perfecta del mar.

—Oh, no, tranquilo. Lo tengo todo bajo control—Respondió con una calma muy usual de ella.

Gemma era una persona que te transmitía paz con solo tenerla cerca y eso a Harry siempre le había gustado. Su madre también tenía ese poder y por eso se sentía muy seguro con ellas dos.

Buona Fortuna {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora