Eternidad - Loki Laufeyson

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Me miró incrédulo.

-¿De verdad?- preguntó.

-Eso creo, eras tu, besando mi mano, tantas veces, se sentía tan, familiar- le miré y una expresión seria se postró en su rostro.

-Entonces, tenía razón, las cosas que hacías aquí, al vivirlas, pueden hacerte recordar- esa última palabra la terminó con un hilo de esperanza en la voz.

- Quiero disculparme - dije algo apenada, Loki me miró confundido.- Por no haberte creído antes.

-Oh, Liv, no tienes que, honestamente, yo tampoco me habría creído al principio - sonrió - Lo importante es que estás aquí y estás recordando.

Le devolví la sonrisa.

- ¿Cómo te sientes? ¿Crees poder ponerte de pie?

- Si, si, solo, tengo un poco de hambre - solté una leve risa

- Ven, te llevaré a comer algo.

Me ayudó a incorporarme y a pesar de mis juramentos acerca de mi buen estado de salud, insistió en que caminara tomada de su brazo.

Los pasillos de aquel lugar me parecían impactantes, miré a todos lados esperando que cualquier cosa disparara algún recuerdo, pero no, nada.

- Solíamos hacer esto todo el tiempo - dijo sin mirarme.

- ¿Caminar?

- Así es, claro, cuando no estabas encerrada leyendo, caminábamos por horas, por los pasillos, los jardines, decías que te ayudaba a pensar.

Reí, aún lo hacía, cuando tenía examenes o necesitaba concentrarme.

Caminamos a una sala con un comedor enorme, las luces doradas hacían que la habitación tuviera un ambiente mágico y elegante, frente a dos de las numerosas sillas se encontraban un par de platos cubiertos con una cúpula metálica y cubiertos, los que comenzaba comprender eran el personal de servicio entraban y salían del lugar, algunos me miraban y susurraban algunas cosas, no puedo negarlo, me estaba sintiendo algo incómoda, como si estuviera invadiendo un espacio que es de ellos, me puse tensa de inmediato. Loki pareció notarlo porque les hizo una señal para que se retiraran, inmediatamente todo el personal que se encontraba se fue y la sala quedó vacía, de este modo se veía aún más amplia.

- Disculpalos, tu regreso causó cierta conmosión - dijo mientras me guiaba a mi asiento, una vez establecidos siguió hablando - Eras muy querida entre el pueblo de Asgard, el rumor de que habías reencarnado se corrió bastante rápido - retiró la cúpula y en el plato había una especie de manzana caramelizada que olía delicioso, pero era dorada, nunca vi algo igual.

- ¿Qué es? - pregunté mirando asombrada la exótica fruta.

- Es una manzana de oro de Idunn, los Asgardianos realmente no necesitamos comer, pero estas las comemos para mantener la vitalidad, juventud y esas cosas.

No pregunté más y tomé un tenedor, tomé una de las rebanadas y la llevé a mi boca, tenía un sabor dulce muy familiar, supongo que solía comer de esto todo el tiempo.

- ¿Qué tal? - preguntó Loki.

Sonreí y asentí aún masticando -Deliciosa- responedí cubriendome la boca con la mano.

Me devolvió la sonrisa, vi su mano levantarse, como si fuese a tomar la mía, cuando la puerta principal del salón se abrió de par en par, un hombre de cabellera rubia y bastante fornido entró y al verme sonrió ampliamente.

- Entonces es verdad ¡Ha vuelto! - dijo con entusiasmo dirigiendose a mi, Loki bajó su mano.

Esta persona se acercó y se agachó para darme un abrazo, entonces lo reconocí por las proyecciones de Loki